Según donde vivas es posible que hayas escuchado algún dron sobrevolar cerca de tu hogar y, en un primer momento, te hayas asustado. Sin embargo, en situaciones excepcionales como la actual, este tecnología puedes ser muy beneficiosa para controlar y mitiga la transmisión del Covid-19.
Pero ¿cómo? Pues hay varios posibles usos. Uno de los más extendidos estos días es la fumigación o desinfección, aunque no es el único. “Los drones se pueden y se están usando estos días, sobre todo, para tareas de desinfección, de detección, cómo guías para el usuario y también para el transporte de medicamentos”, explica Jordi Sandalinas a Crónica Global.
El coronavirus acelera ciertas tecnologías
Este abogado, comunicador y profesor del curso de drones de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) subraya que “el futuro de los drones ya está aquí”. Es decir, las aplicaciones que parecían que iban a llegar un poco más tarde ya están aterrizando y se ha hecho un esfuerzo en este sentido fruto de la crisis sanitaria sin precedentes que estamos viviendo. “Cuando pase esta crisis habremos dado un salto tecnológico enorme, sobre todo en cuanto al uso de drones y satélites”, detalla.
Los vehículos aéreos no tripulados, o drones para el común de los mortales, pueden equiparse con sensores de diferentes tipos, así como cámaras, y pueden soportar importantes cargas. Esto permite que sean muy funcionales y que se puedan adaptar a diferentes situaciones. De hecho, la Universidad del Sur de Australia (UniSA) y la empresa Dagranfly han trabajado en un dron pandémico capaz de detectar de forma remota afecciones respiratorias en personas. Gracias a un sensor especializado y un sistema de visión, el dron es capaz de monitorizar la temperatura de la persona, así como su frecuencia cardíaca y respiratoria.
Varias aplicaciones
Y antes incluso de esta crisis sanitaria, algunos países como Estados Unidos ya usaban drones para distribuir productos como medicamentos o equipo médico.
En el caso concreto de España, el uso de los drones se ha limitado más a la fumigación y desinfección de calles y ciudades, así como a la localización y control de movimiento de la ciudadanía --para saber si se cumple con el confinamiento-- y también para informar de lo que se debe y no debe de hacer. Así, el Ejército español está usando drones para fumigar --modelo Agras-MG1 de DJI y el modelo Hera XL AG de la compañía DroneTools-- diseñados para uso agrícola que son capaces de cubrir un área de entre 4.000 y 6.000 metros cuadrados en aproximadamente 10 minutos o cargar grandes depósitos.
Asimismo, muchos municipios y ciudades españolas han optado por los drones para vigilar y cazar a quienes se saltan la cuarentena. En Cataluña, por ejemplo, Sabadell, Parets del Vallès, Sant Cugat y Badalona, entre otras localidades, han elegido este sistema.
Algunas desventajas
Sin embargo, el uso de drones, aunque comporta muchos beneficios, también supone ciertas desventajas o puede ocasionar determinadas molestias. El ruido es un ejemplo de ello. "Si muchos drones se concentran en una misma zona, podrían resultar verdaderamente molestos. En ese sentido la tecnología todavía tiene mucho que mejorar", explica Sandalinas.
Además, recuerda este profesor, algunas partes que componen los drones no son muy respetuosas con el medio ambiente como, por ejemplo, las baterías.