El Mobile World Congress 2020 pasará a la historia porque no se ha celebrado. Las compañías que se han dado de baja, algunas de las primeras marcas del mundo en su sector, argumentan que la causa de su ausencia en la feria es el riesgo de contagio del coronavirus, aunque esta posición deja muchas dudas, máxime cuando varias de estas firmas sí participan en otros eventos similares estos días.
Hay quien ve intereses detrás de estas presiones a la organización, incluso que las multinacionales han visto la ocasión de borrarse a última hora ante la falta de novedades para esta edición. En cualquier caso, el MWC 2020 nació herido, y ha muerto en la orilla.
Coronavirus, brote en diciembre
El brote de coronavirus o Covid-19 se detectó en diciembre en un mercado de Wuhan (China), y el virus ha infectado ya a más de 40.000 personas en todo el planeta (la mayoría en China) y se ha cobrado alrededor de un millar de vidas. No obstante, todo estalló en febrero, cuando LG canceló su participación. Después llegaron Ericsson, Nvidia, Amazon, Sony, Facebook, Intel, McAfee, Rakuten, Nokia, AT&T, Vodafone, BT... y así hasta una cuarentena de compañías. Sí, una cuarentena, como la que deben pasar quienes han estado en el área original de la enfermedad.
La organización ha resistido hasta última hora, a la espera de agarrarse a una notificación oficial de las autoridades pertinentes con relación al Covig-19 con la que suspender el Mobile World Congress sin sufrir un descalabro económico, porque ahora llega el momento de negociar con las empresas las posibles indemnizaciones.
Otros problemas del MWC
Con todo, el MWC2020 entró con mal pie, con los guiños de Madrid a la feria tecnológica, un fuego rápidamente apagado desde Barcelona y desde la misma GSMA, personificada en el carismático John Hoffman.
Si nada cambia, el evento regresará a la capital catalana en 2021. Tiene contrato hasta 2023 y ya han surgido algunas voces que demandan prolongar el contrato hasta 2024 para "compensar" la cancelación in extremis. Después, ya se verá.