¿Qué te parece la cifra de 139 millones de suscriptores a nivel mundial? No está mal, ¿verdad? Pues ese era el volumen de clientes de Netflix en el arranque de 2019, aunque ahora ya algunos medios engordan dicha cifra hasta los 160 millones de usuarios.
Sin embargo, el servicio gestiona correctamente -algo que no es fácil- este gran volumen de suscriptores. Tanto es así que incluso Kevin Mayer, presidente de la división Direct-to-Consumer & International de Disney, ha confesado su respeto por este servicio después, sobre todo, de que Disney+, la nueva plataforma de streaming del grupo, haya sufrido varios problemas desde su arranque el pasado 12 de noviembre en Estados Unidos. Cabe recordar que el servicio no llegará a España hasta marzo de 2020.
Millones de suscriptores
Pero ¿qué le ha pasado a Disney+? La verdad es que con unos 10 millones de suscriptores en su lanzamiento, este servicio ha experimentado algunos problemillas de principiante como, por ejemplo, los nuevos suscriptores no podían iniciar sesión en la aplicación móvil y, los afortunados que sí pudieron acceder, aseguraban que el streaming era casi imposible.
¿El motivo? Tal y como Mayer ha confesado a The Verge, la razón tiene que ver “con la forma en la que diseñamos la aplicación”. ¿Es que acaso no se hicieron las pruebas suficientes antes de lanzar el servicio y la app? ¿Se ha dado Disney mucha prisa en arrancar su servicio de streaming? Si se tienen en cuenta estos fallos técnicos, todo hace pensar que sí.
Cuentas hackeadas
Además, otro problema, mucho peor, que ha afectado a Disney+ en sus primeros días de vida tiene que ver con las contraseñas, así como con la seguridad y privacidad de los suscriptores. En concreto, se han hackeado miles de cuentas de Disney+ tras el robo de las mismas. Y, por si fuera poco, se han puesto a la venta en foros.
La alarma saltó después de que varios suscriptores anunciaran en Twitter que no podían acceder a sus cuentas. Y su sorpresa fue mayor todavía cuando se enteraron de que habían sido hackeadas, modificándose las contraseñas.
Es más, tal y como apunta ZDNet, algunas de las cuentas hackeadas de los suscriptores de Disney+ se venden por el módico precio de 3 dólares, es decir, unos 2,70 euros. Este monto es menos de la mitad de lo que cuesta la membresía. La suscripción a Disney+ comienza en los 7 dólares al mes o, lo que es lo mismo, un poco más de 6 euros mensuales.
Con todo, la verdad es que, aunque los directivos de Disney+ aseguran que intentarán arreglar los problemas técnicos lo antes posible y mejorar el servicio, resulta sorprendente que gigantes de la talla de Disney no estén lo suficientemente preparados para lanzarse, de lleno, en el mundo del streaming. ¿Será que en realidad no es un negocio tan sencillo? ¿Lo hizo Netflix tan bien que pareció fácil?
Sea como fuere, habrá que perdonarle a Disney+ este comienzo agridulce y a ver qué tal evoluciona la plataforma a lo largo de 2020.