El paisaje ha sido un tema recurrente en el arte. En época antigua apenas era un elemento secundario, un fondo simbólico, que buscaba contextualizar el motivo principal, generalmente una escena religiosa o mitológica. El descubrimiento de la perspectiva en el Renacimiento trajo consigo un cambio de paradigma. El entorno dejó de ser pura utilería para adquirir un notable protagonismo en la representación artística y erigirse como un género temático en sí mismo. Artistas de todas las épocas han recreado lugares en un ejercicio de exploración artística. El arte contemporáneo está repleto de infinidad de obras que abordan la cuestión del paisaje en toda su complejidad y desde diversas disciplinas.

["La naturaleza perdona nuestros pecados, pero solo si le damos una oportunidad"]

Ampliada con piezas de siete autores más respecto a la que ya se vio en Madrid, la exposición Horizonte y límite. Visiones del paisaje, comisariada por Nimfa Bisbe, directora de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación La Caixa, y Arola Valls reflexiona sobre la representación del paisaje a través 61 obras de 39 artistas contemporáneos. Piezas pictóricas, vídeo, fotografía o instalaciones conforman una mirada caleidoscópica y heterogénea en la que confluyen el arte con una visión crítica y comprometida con el medioambiente.

FUNDACIÓN LA CAIXA

Acotar el territorio para poder asumirlo

Nos agrada contemplar las líneas que delimitan los territorios sin pararnos a pensar que lo que observamos es apenas un pespunte de una inmensidad inabarcable. “Hemos aprendido cómo delimitar, cómo unificar la visión de la naturaleza, porque si no la naturaleza sería inabarcable, sería indeterminada. Durante muchos siglos nuestra cultura nos ha enseñado a poner límites, a comprender la distancia entre las cosas, a establecer la profundidad del espacio, a colocar un horizonte visual en lo que contemplamos. Y de ahí viene el título de esta exposición Horizonte y límite, que son dos parámetros fundamentales de la percepción del paisaje”, explica Bisbe.  

Pero al igual que los paisajes se extienden hacia nuevos horizontes, los creadores se despliegan hacia nuevas geografías artísticas. La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 1 de septiembre en CaixaForum Barcelona, refleja toda esa pluralidad de posibilidades, de formas y parámetros a través de las cuales los artistas se relacionan con el paisaje.

FUNDACIÓN LA CAIXA

Geografías artísticas

Comenta Valls que “algunos lo hacen inscribiéndose un poco en esta tradición, en esa genealogía de la representación del paisaje; otros dan un paso más allá y lo que buscan es relacionarse de forma vivencial, experiencial con el paisaje, y algunos, incluso, exploran parámetros que habitualmente han estado fuera de estos códigos culturales de representación del género como podría ser, por ejemplo, el sonido”. 

A través de ese formato, el acústico, combinado con la fotografía se expresa el suizo Marcus Maeder en Perimeter Pfynwald (2018-23) para ofrecer al espectador una experiencia que trasciende el propio límite del espacio expositivo; Miquel Barceló enmarca en Une poignée de terre (1989) la aridez inmensa del desierto del Sáhara en una bellísima obra pictórica; Els quatre horitzons (1991), de Perejaume, se rebela contra la rigidez del propio marco pictórico; y la videoinstalación El bosque en espiral y gimbal (Reino de todos los animales y todas las bestias es mi nombre), del barcelonés Daniel Steegmann Mangrané, nos sumerge en el paisaje boscoso de la selva tropical de la Mata Atlántica de Brasil.

FUNDACIÓN LA CAIXA

La huella humana en la naturaleza

Horizonte y límite no ignora el contexto actual de emergencia climática, sino que lo afronta y enfrenta a su vez al público a la complejidad del impacto, y de las consecuencias, de nuestras acciones. “Hemos querido generar una exposición que busque la complicidad del espectador, en la que tenga que adoptar un posicionamiento activo, tenga que descubrir las múltiples capas de significado que hay detrás de las obras y se pueda sentir interpelado en una cuestión que pensamos que nos atañe a todos más que nunca precisamente por la situación que vivimos. En ese sentido veremos como el arte no se limita a documentar la situación en la que estamos, sino que nos invita a sentirnos partícipes y, por lo tanto, refleja una voluntad de denuncia y de compromiso”, señala Valls.

El vídeo y la fotografía exhiben aquí todo su potencial como cronistas visuales de nuestra memoria histórica. Las 33 imágenes que conforman Senderos del desierto (2012), de Xavier Ribas, nos muestran los distintos tiempos históricos del desierto de Atacama; el alemán Andreas Gursky documentó los estragos de nuestro estilo de vida en Les Mées (2006), una inquietante panorámica de una planta solar fotovoltaica del sur de Francia; Bleda & Rosa retratan en Campos de batalla. Europa (1994-2016) los escenarios que forman parte de la historia bélica del Viejo Continente, mientras que la artista multidisciplinar Cristina Lucas recurre al vídeo para evidenciar las consecuencias del cambio climático en la obra titulada El pueblo que falta (2019). Arte y naturaleza conforman en CaixaForum Barcelona un tándem que nos invita a ir más allá de la pura contemplación.

FUNDACIÓN LA CAIXA

Noticias relacionadas