Fotogram de 'Misión a Marte'

Fotogram de 'Misión a Marte' NUEVE CARTAS

Creación

'Misión a Marte': un viaje postapocalíptico entre Euskadi y Cataluña

El cineasta catalán Amat Vallmajor presenta una película en formato 'road movie' de ciencia ficción en la que se filtra la cruda realidad

2 octubre, 2023 18:32

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Si Rosalía convirtió su trabajo de final de grado en el éxito de El mal querer, el realizador catalán Amat Vallmajor hizo de su película-TFM para el máster en creación en la Elías Querejeta Zine Eskola de San Sebastián su ópera prima.

Misión a Marte tiene algo de amateur, de experimental y de personal. Todo lo que un cineasta quiere y puede poner en su debut cinematográfico. A su vez, parece una cinta de ciencia ficción. La imagen en blanco y negro que aporta el formato de 16 milímetros cómo está grabada la cinta ayuda. La realidad también.

Ingredientes punk

La cinta parte de la idea de ir a una misión a Marte. Y sus protagonistas parten desde Éibar hasta allí. En medio, por eso, se les cruza la realidad. Los paisajes postapocalípticos de España, una niebla abrumadora y la enfermedad del acompañante y hermano del protagonista, Gene del Pozo, fundador de la banda punk Hertzainak. Con él surgen las conversaciones más políticamente incorrectas y la realidad de una vida en precario.

Así, poco a poco, la película pasa de ser un proyecto amateur de ciencia ficción a un film de un calado social impresionante. La amenaza de la muerte se asoma cuando a Gene, en la vida real, le diagnostican un cáncer y le extirpan la próstata y la vejiga. Una realidad que, tras su tratamiento, se incorporó a la película.

Un toque de realidad 

De las conversaciones punk y comentarios fuera de lugar, se pasa a una intimidad y una ternura que ablanda al espectador. De modo, que la Misión a Marte deviene un viaje hacia los estertores de la vida, de un tipo de vida. Dice el director catalán que su cinta tiene algo de postpunk y no tanto postapocalíptico. En primer lugar, porque todos los paisajes que se ven postapocalípticos son reales, en segundo, porque esa rudeza de Gene, que aún mantiene, es azotada por la vida, por la realidad.

Crónica Global conversa con Amat Vallmajor en el marco del festival L’Alternativa, donde se presentó la película, para descifrar todas las claves de esta ópera prima, de este final de Máster que se ha llevado, entre otros muchos premios, la Mención Especial del Jurado de Cine Español en la 60.ª edición del FICX-Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón.

El director Amat Vallmajor

El director Amat Vallmajor

 

¿Cuánto cuesta una 'misión a Marte'?
Cuesta mucho. Es difícil.
¿Y cómo y por qué la decidieron emprender?
La misión empezó dentro de los estudios de máster de Elías Querejeta, en Donostia. Ahí empecé a valorar qué tipo de película quería hacer. Vivía cerca de los protagonistas, así que ya los tenía. Eso coincide en que estábamos descubriendo el barrio de Txonta, en Éibar, que es un barrio donde había unos talleres abandonados y tiene un aspecto muy postapocalíptico. Eso fue como la génesis del universo de la película. A partir de ahí surgió el ímpetu de querer ir a Marte.
¿De dónde sale esa idea?
Yo soy catalán, nacido en Girona y los protagonistas, que son los hermanos de mi madre, nacieron en Euskadi y viven en Éibar, ambos hemos hecho muchas veces ese trayecto en coche para vernos. Y quería retratarlo. Mi primer ímpetu era grabarles a ellos dentro del coche hablando, yendo a Cataluña. De allí, empezamos a descubrir cosas dentro de la propia ruta que nos gustaron, que las implementamos. La historia se fue surrealizando a medida que íbamos haciendo cada vez más este viaje e íbamos encontrando elementos que le pudieran encajar.
¿Todo fue fruto de la improvisación entonces?
Bueno, los viajes fueron la inspiración, luego Carles Txorres Bruguera [coguionista] y yo ya escribimos un poco una estructura, para que la visión no fuera tan costosa.
Esa visión acaba siendo muy dura. Aparecen temas como la enfermedad, la muerte…
A mí me gusta siempre pensar en el cine como algo que me gustaría ver. Para mí, hablar de cosas así, que son un poco más densas o que cuestan más de tragar, requería acompañado desde una perspectiva surrealista o con comicidad o con un poco de ciencia y afición. Así podemos ser menos serios con cosas muy serias.
Fotograma de 'Misión a Marte'

Fotograma de 'Misión a Marte' NUEVE CARTAS

¿Había algún referente en la cabeza?
Sí, pero es complejo, porque se hizo durante varios años que los referentes cambian. Durante la escritura hubo unos; durante el rodaje, otros; durante el montaje, otros. También los gustos van cambiando.
¿Y por qué rodar decidió rodar en 16 milímetros?
Me gusta porque te obliga a tener una toma de decisiones en el rodaje, eso tienes que saber qué vas a rodar y cuando vas a encender la cámara. Hoy en día, con el digital, la toma de decisiones se hace toda en la postproducción. Delante del ordenador las películas se construyen de una forma más intelectual, diríamos más artificial. Y al final, los 16 milímetros también generan una tensión en el rodaje, incluso en los actores, porque la cinta se acaba y no podremos rodar más. Ese tipo de presión a mí me gusta. Esa tensión genera algo interesante.
Y entre esa tensión, ese surrealismo y esa comicidad del rodaje, aparece el tema de los cuidados. ¿Cómo y por qué?
Forman parte de la vida y es un tema que se metió dentro de la película, porque se rodó en dos momentos, que coinciden con las dos partes de la película. Y en medio, Gene tuvo parte de su enfermedad que se relata un poco en la película. Esa parte de la vida pasó y se metió en ella. En el guion el viaje de Gene para ver a su hermana era por otra cosa, pero no podíamos ignorar lo que le pasó y lo incorporamos a la película.
Eso hace que estos seres punks muestren su lado tierno, por eso.
Aunque tengas una pose, luego está la parte de la intimidad y el ámbito familiar, que no tiene nada que ver. Pero además de la situación que se metió, yo creo que tiene cierta ternura también por la forma en cómo está hecha. La regresión a la infancia, la familia
Otra cosa que se mete en la película es la precariedad económica. ¿Buscaba ese punto social?
Me gustaría que hubiese sido más, pero como es una película muy personal y muy familiar es difícil. Ya para mis siguientes proyectos quiero hacer algo un poco más social.
Amat Vallmajor y el equipo de 'Misión a Marte'

Amat Vallmajor y el equipo de 'Misión a Marte' FESTIVAL DE CINE DE GIJÓN

¿Qué le atrae de ese cine social? Porque suele estar bastante denostado.
Bueno, no es que me atraiga, pero sí que es verdad que tengo mi propia ideología y, a veces, tengo ganas de que se refleje en las películas, pero no quiero hacer un cine panfletario. Quiero hacerlo sin que sea muy obvio, buscando maneras originales para poder hacerlo y saltarte la autocensura que nos hacemos entre los izquierdistas.
¿Considera que el cine social debe cambiar un poco sus formas?
O sea, a mí me gusta diferenciar entre cine social y porno drama, que es regocijarse en el drama de las personas. En esta primera película no me quería encharcar, sino hablar de algo que conozco bien, que es mi familia y desacomplejarme con ella.
Pero se cuela esa crítica ya con los paisajes. Uno parece estar viendo un mundo postapocalíptico y resulta que es real.
Bueno es que somos conscientes de las limitaciones presupuestarias que tiene la película, pero tampoco hacía falta mucho. Uno de mis tíos ya vive en un pueblo postapocalíptico, el desierto que separa Cataluña del País Vasco ya es postapocalíptico y Verges…
En la sinopsis de la película dice que “es el final de la generación punk vasca”. ¿Cree que el punk ha muerto? ¿O el cine punk ha muerto?
Es que es verdad que está muriendo. Todo está blanqueado hoy en día.
Entonces, si el mundo es postapocalíptico y vivimos la era postpunk ¿el mundo postapocalíptico es postpunk?
Sí, porque el punk surge en un momento en el que aún existe la libertad de expresión. Ahora parece que si eres punk eres violento y, por lo tanto, eres malo. Ya no existe el punk, porque nadie quiere ser el malo. Nos hemos creído la mentira que nos cuentan. Ya está.
Fotograma de 'Misión a Marte'

Fotograma de 'Misión a Marte' NUEVE CARTAS