La Iglesia ha tratado de poner punto final a la polémica exposición de arte en la que aparecían imágenes y elementos sexuales junto a vírgenes y cristos en un templo de Farrera (Lleida). El Obispado de Urgell ha desahuciado las obras expuestas en la muestra y ha cerrado la ermita, cuyo abandono denuncian vecinos y artistas.
En esta iglesia, la de Sant Roc, solo se celebra una misa al año y a raíz del incidente, el obispado ha quitado las llaves que tenían los vecinos. De este modo, el espacio volverá a estar "infrautilizado", ya que está en desuso 364 días al año y la puerta queda por ahora cerrada a que los propios residentes organicen actividades en el interior.
La versión del clero
El obsipado denunció que la iniciativa era una "ofensa a los sentimientos religiosos", después de que un grupo de artistas entrara sin autorización y colocara supuestas obras de arte en el templo de esta localidad del Pallars Sobirà. También se llevó a cabo una escenificación para inaugurar la muestra, titulada Tradicions i contradicions, que la institución religiosa consideró incompatible con los fines de la iglesia.
Según el opispado, se decidió el cierre tras recibir quejas de los vecinos sobre la okupación y las amenazas recibidas por parte de los organizadores. El cerrojazo se habría resuelto de mutuo acuerdo con el alcalde de la localidad, acordando con el grupo la retirada de sus obras el día 21 de abril, aunque debido a una incidencia, se aplazó hasta este martes, 25 de abril.
A los tribunales
Sin embargo, cuando los voluntarios del obispado han abierto la iglesia esta mañana, se han encontrado con que el grupo amenazaba con okupar el templo y no salir, además de causar daños en la puerta de acceso. La institución ha denunciado los hechos ante los Mossos d'Esquadra y se reserva las acciones legales que procedan para evitar que un particular se apropie indebidamente de un edificio que no es suyo y que está destinado al ejercicio del derecho fundamental a la libertad religiosa y de culto.
Por su parte, los organizadores han subrayado que una decena de vecinos del pueblo se han concentrado ante el desalojo para expresar su apoyo a los artistas. Añaden que "una veintena" de los 25 residentes de la localidad han reclamado en una carta que se devuelva la llave para poder dar usos culturales a la ermita en estado de semiabandono.