Moon Ribas y Quim Girón trasladan los fenómenos meteorológicos al escenario

Moon Ribas (Mataró, 1985) y Quim Girón son una pareja de artistas con una pasión en común, la exploración. Ella fue una de las primeras mujeres cyborg españolas. Hace casi una década se implantó un chip para sentir los movimientos sísmicos de la Tierra con el objetivo de conectarse más y mejor con la naturaleza y sentirse más conectada con otros animales que pueden sentirlo.

El catalán también se siente atraído por esta temática. Procedente de la disciplina del circo encuentra que la vida humana, incluso disciplinas artísticas como la suya están regidas por normas y todo debe estar bajo control. La naturaleza es todo lo opuesto.

Quim Girón en 'Fenómeno' / MARTÍ ALBESA

Ambos han unido fuerzas y han partido desde diferentes puntos para crear Fenómenos una pieza única "que surgió con la intención de poner en el escenario los fenómenos naturales y tratarlos como un intérprete más" y que se presenta en el Festival de Otoño de Madrid. Fácil no parece.

"Yo ya exploré la manera de intentar percibir fenómenos naturales a través de mi cuerpo con los terremotos. Y había ganas de subirlo a un escenario, de que en la naturaleza se manifestara en escena, que hubiera un elemento vivo", señala  Ribas.

Escenario de 'Fenómeno' / CATERINA ANGELONI (EL GATO PRODUCTIONS)

Con este objetivo llegaron a un elemento cada vez más escaso y preciado, el agua. En el montaje aparece en todos sus estados sólido, líquido y gaseoso. Y allí se añade otro factor, la temperatura. Dos elementos clave en esta lucha contra el cambio climático.

El dúo asegura que la denuncia nunca fue su intención primera, pero obviamente el eco resuena. El mismo Girón asegura que "el espectáculo cada vez es más corto porque el bloque de hielo cada vez se deshace antes". "El agua y al hielo como elementos que reflejan los cambios de temperatura", subraya Moon.

Quim Girón y Moon Ribas de 'Fenómeno' / MARTÍ ALBESA

"Nos gusta trabajar la idea del no control, qué pasará. Uno no sabe cómo se romperá o se descongelará el hielo", apunta la activista cyborg. "Vengo del circo y todas las disciplinas van en la línea de la práctica del control y el dominio", recuerda el clown. "En este caso, el objeto del circo es el hielo. Yo cuando estoy encima equilibrándome es como si me estuviera equilibrando con otra entidad que hay en el suelo". El no control y la comunión (o intento de ella) con la naturaleza se dan entonces la mano.

Y poco a poco, el poder lo toman los elementos naturales. "Damos protagonismo a otras especies, a otras maneras de existir de este planeta", sostiene Moon. Al subirlas al escenario, en todo caso, lo que hacen es "ponerlas en un contexto artístico" y "poner en el centro algo que no sean los humanos".

Moon Ribas en 'Fenómeno' / MARTÍ ALBESA

Sus palabras suenan a la crítica al antropoceno y el abrazo al chthuluceno, que habla de la relación casi íntima de todos los seres del planeta, sin que uno esté por encima del otro. "Es que todo es muy subjetivo", advierte Ribas.

Ella lo experimentó al convertirse en cyborg. "Con el proyecto sísmico yo me puedo encontrar mejor sintiendo el movimiento de la Tierra, otros tal vez peor. En todo caso es una experiencia diferente del mundo en el que vivimos", defiende. Algún efecto tuvo. En varias entrevistas ha apuntado que tras sacarse el dispositivo seguía percibiendo esos movimientos.

Quim Girón en 'Fenómeno' / CATERINA ANGELONI (EL GATO PRODUCTIONS)

"Nuestro objetivo no es mejorar al hombre sino tener una experiencia más profunda con la naturaleza. Si pudiéramos sentir en nuestro cuerpo cosas de la Tierra nos daría más empatía. Si tenemos sentidos como los animales nos permitirán conocerlos mejor", alega.

El handicap es que todo ello no parece resultar, curiosamente, natural. El uso de la tecnología es fundamental para este objetivo. "Supongo que sí, que es algo contradictorio, pero son las herramientas que tenemos ahora", justifica. 

Moon Ribas en 'Fenómeno' / MARTÍ ALBESA

La activista recuerda que "la tecnología es una herramienta que tenemos ahora, forma parte de nuestra día a día y es decisión nuestra cómo usarla y para qué. Podemos usarla para alejarnos de la naturaleza como para todo lo contrario acercarnos a ella, entenderla mejor, acoplarnos a los animales y al espacio".

"Nosotros hablamos de lo humano, pero no desde lo transhumano porque tenemos en cuenta a las otras especies y añadimos sentidos y órganos que no son 100% humanos. Vemos todo de una manera más horizontal".  Y así lo comparten con los espectadores. "Lo que más me llena es sentir la naturaleza en el cuerpo y transmitirlo de la manera más poética posible", concluye.