Cataluña toma el centro (cultural) de Madrid
Dos exposiciones, una sobre el arquitecto Antoni Gaudí y otra sobre la contracultura catalana en la década de los 70, protagonizan el inicio de la temporada otoñal en el espacio CentroCentro
30 octubre, 2022 00:00El Palacio de Cibeles acoge estos días dos importantes muestras “con un aire muy mediterráneo, muy de Barcelona”, apuntaba Andrea Levy, delegada del Área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, durante la presentación de Underground y contracultura en la Cataluña de los 70 apenas una semana después de la inauguración de Gaudí, una gran retrospectiva que repasa toda la trayectoria del genial arquitecto catalán.
Decía Antoni Gaudí que “el arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos”. Genio visionario, convirtió este concepto en el fundamento de su trabajo erigiéndose, sin pretenderlo, en precursor del diseño arquitectónico sostenible, resistente y respetuoso. Así, la naturaleza fue para él una constante fuente de inspiración. Su obra explora e imita sus sinuosos contornos, se rinde a su cromatismo, a la caprichosa ornamentación y a la riqueza de símbolos. Pero si contemplamos atentamente su trabajo observamos que las fabulosas siluetas de sus edificios esconden un sistema constructivo racional y complejo, “un prodigio de inventiva, soluciones constructivas e innovación”, tal y como destacan los organizadores.
Madrid se rinde al genio de Antoni Gaudí
Comisariada por Charo Sanjuán, Gaudí desplegará, hasta el próximo 5 de febrero en las salas de CentroCentro, un espléndido arsenal compuesto por más de 150 extraordinarias piezas entre maquetas, fotografías de época, planos, dibujos, muebles, objetos decorativos, esculturas, cerámicas y documentales. Un excepcional corpus museístico que recorre toda su trayectoria. Desde su época de aprendiz cuando compaginaba sus estudios en la Escuela Provincial de Arquitectura de Barcelona con trabajos junto a renombrados arquitectos como Joan Martorell i Montells, Francisco de Paula del Villar y Josep Fontserè i Mestre, autor del proyecto de urbanización del Parque de la Ciutadella; sus primeros trabajos, residencias urbanas como las casas Calvet, Batlló y Milà y sus grandes proyectos bajo el mecenazgo de Eusebi Güell; hasta su última gran obra inacabada: el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. También hay un espacio para el Gaudí diseñador ya que el arquitecto, además del aspecto constructivo del edificio, se ocupaba de todos y cada uno de los elementos que formaban parte de él como por ejemplo muebles u objetos decorativos.
De la mente de este prodigioso hacedor de formas surgieron monumentales edificios y proyectos maravillosos, siete de los cuales engrosan la exclusiva lista patrimonial de la Unesco. Iconos modernistas que definieron la identidad de la capital catalana y que hoy trazan una ruta imprescindible y excepcional por la ciudad que lo vio morir a consecuencia de un trágico accidente en junio de 1926.
Contracultura: creatividad contra opresión
Décadas después las calles de Barcelona fueron también testigo de una entusiasta revolución. Recuerda Pepe Ribas, cofundador de la mítica revista Ajoblanco y comisario junto a Canti Casanovas de Underground y contracultura en la Cataluña de los 70, que en cierta ocasión, en uno de los muchos viajes que hizo de Barcelona a Madrid durante aquellos años de transición, un policía le paró en la bajada de Calatayud y le preguntó: “¿Usted qué lleva en el coche? Yo llevo Ajoblanco, que es una revista de cocina”, le respondió. Ahora puede comentar la anécdota entre risas, pero en aquella época de confrontación política y enérgica transformación social la situación era bien distinta, se exponía, como mínimo, a la pérdida de libertad.
“Fueron tiempos de creatividad desbordante, sin cánones impuestos, vividos al margen de prebendas, partidos e instituciones. Hubo una necesidad vital de escapar de las garras de cualquier autoritarismo en tiempos de rock and roll, psicodelia, contracultura y mayo del 68. La imaginación y el entusiasmo desbordaron los muros, poblaron las calles y liberaron las mentes”. Las Ramblas barcelonesas se convirtieron en un vibrante foro público desde donde se luchó por los derechos de las mujeres y de los homosexuales, se reivindicó la espiritualidad, la libertad sexual, las músicas y las artes de vanguardia o la objeción de conciencia y donde además se gestaron colectivos en defensa de la agricultura biológica o de la ecología.
La convivencia, la clave
Esta exposición, que se podrá ver en el espacio CentroCentro hasta el 12 de febrero de 2023, no es solamente un merecido homenaje a todos aquellos que lucharon por nuestros derechos y libertades, sino que además es un necesario ejercicio de memoria de unos hechos cruciales que nos cambiaron la vida. Más de 700 piezas de la época entre carteles, fotografías, cómics, ilustraciones, dibujos originales de Nazario y Mariscal, revistas como Star o la ya mencionada Ajoblanco, vídeos, música o escenografías que nos sitúan en la sala Zeleste o en una comuna hippy tejen el hilo conductor entre los distintos escenarios de la contestataria y creativa Cataluña de los años 70 del pasado siglo.
Pepe Ribas quiso resaltar la perfecta sincronía y entendimiento entre las fuerzas políticas de ambas ciudades para traer a Madrid este proyecto que ya estuvo expuesto el pasado año en el Palau Robert de Barcelona. Un auténtico milagro. “Sigamos así porque con convivencia podremos crear los futuros que deseamos unos y otros”. Tomemos todos buena nota de ello.