¿Qué tienen en común unas zapatillas deportivas, un lingote de oro y Ciudad de México? Pues aparentemente nada. Pero solo en apariencia, porque para Aleix Plademunt (Girona 1980) todo está relacionado por vínculos insospechados en los que la materia constituye el nexo primigenio. Ambas consideraciones trazan el leitmotiv de “Matter”, el proyecto en el que ha trabajado durante los últimos nueve años y para el que ha realizado miles de fotografías por países tan dispares como Perú, Islandia, Hungría, Suiza, Estados Unidos, Japón, Irán, México, Argentina y Eslovaquia. Casi una década planteándose preguntas para llegar a entender “una de las cuestiones más antiguas de nuestra existencia: el origen”.
Cómo el Big Bang originó el universo y cómo nosotros, parte material del mismo, nos reproducimos, generamos y consumimos energía y evolucionamos hasta que finalmente morimos. A lo largo de todo este proceso la materia involucrada es lo único que permanece participando de infinitos ciclos, “es lo único certero”. Ciencia y filosofía, sorprendente relación. Y es que esta exposición “trata de temas muy universales, casi filosóficos”, explica Plademunt a Crónica Global, “preguntas esenciales como de dónde venimos, dónde estamos o hacia dónde nos dirigimos”.
La curiosidad como guía
Para Aleix, la curiosidad ha sido su guía y sustento a lo largo de todos estos años de intenso trabajo. “Matter” es un viaje en torno al origen de la materia, su transformación y su devenir. Nunca hubo hoja de ruta, “solo un punto de partida que era entender cómo se forma la materia, cuál es el origen”. Una trazabilidad que rastrea con fotografías. “Cada imagen es un fragmento. Cada fragmento nos desplaza, nos inquieta, nos sumerge en temporalidades diversas y múltiples que, sin saberlo ni quererlo, nos conforman”, escribe la investigadora de arte Mabel Tapia en las páginas del catálogo.
Aunque pueda dar esa impresión, no hay nada de arbitrario en la instalación. Todo está relacionado, todo tiene un porqué. Su obra artística es una constelación de imágenes de cuidada composición que nos enfrenta al origen del universo, a la génesis de nuestra civilización, a las consecuencias de nuestras acciones en el entorno, a la transformación natural o artificial del planeta. Para ayudarnos a entender toda su magnitud existe una hoja de sala que nos dirige y nos revela pistas, invitándonos a la reflexión. Una guía que para el fotógrafo gerundense no es indispensable ya que le gustan los espectadores activos, esos que se involucran completando de alguna manera la muestra, porque en “‘Matter’ no hay una única lectura correcta, todas son correctas”, afirma.
Principio y fin
Esta suerte de mapa nos aporta la suficiente información para construir la narrativa de lo que estamos viendo. Así, por ejemplo, descubrimos que las zapatillas deportivas (aquellas citadas al inicio de este texto) son una imagen de un modelo concreto, el Cortez de Nike, llamado así en honor al conquistador Hernán Cortés, una referencia que las vincula con la siguiente imagen, un lingote de oro del Tesoro de Moctezuma y con una tercera de Ciudad de México. Una conexión inesperada que genera en el público “un ciclo de reflexión crítica”.
El trabajo de Plademunt nos enfrenta a nuevas dimensiones. Su propósito es, en cierto modo, “unir imágenes para generar nuevos significados”. Comisariada por Antonio M. Xoubanova, la exposición despliega toda su complejidad en un antiguo depósito de agua que actúa como un pequeño microcosmos en el que todo cabe: la radiación de fondo cósmico procedente del Big Bang hace 13.800 millones de años, el nacimiento, la familia, la creación humana, la exploración, la guerra, el poder, el dinero, la colonización, la conquista, el tiempo, la vida y la muerte son solo algunas de las cuestiones tratadas e interconectadas en una sucesión de fotografías que relaciona, expande y diversifica el significado de todas y cada una de ellas.
Hasta el 1 de julio
La muestra, que se podrá ver hasta el próximo 1 de julio en la madrileña Sala Canal de Isabel II, se completa con la proyección de la película dirigida y realizada por el propio Aleix Plademunt y el cineasta Carlos Marques-Marcet, Un árbol es un árbol. La cinta, de 40 minutos de duración, ahonda en los conceptos tratados en la exposición invitándonos a cuestionar todas nuestras certezas. Además se ha editado el libro titulado AntiMatter (Ca l’Isidret + Spector Books, 2022), cuaderno de bitácora de este magno trabajo que nos desafía con numerosas preguntas, tantas como interpretaciones y respuestas.