La sociedad cambia y los personajes de ciencia ficción también. Los intereses de los lectores de novelas, cómics, consumidores de series, películas y usuarios de videojuegos difieren mucho de los que tenía el público de la segunda mitad del siglo XX. Esto ha provocado un estallido de personajes más oscuros y profundos que, sin ser villanos, han dejado atrás a los superhombres blancos: los antihéroes.
Alfonso Freire, creativo publicitario y director del grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universitat Abat Oliba CEU de Barcelona, resuelve este cambio de paradigma en su nuevo libro: Los antihéroes no nacen, se forjan. El objetivo del escritor es actualizar el concepto clásico del antihéroe, que se diferencia en sus métodos y orígenes con los superhéroes y héroes impulsados por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, y desgranar el por qué el público del siglo XXI se identifica más con estos personajes más oscuros y realistas.
El concepto de antihéroe ha cambiado y, con ello, la narrativa audiovisual y literaria. Freire habla con Crónica Global sobre este mundo creativo y de ficción que maravilla a medio planeta y está en una metamorfosis constante.
--Pregunta: ¿Por qué están tan de moda los antihéroes?
--Respuesta: Las personas se quieren ver reflejadas en personajes que sean más reales, que puedan tener vicios, adicciones, conflictos entre el bien y el mal… En definitiva, que no sean perfectos ni estén idealizados. El público tiene un interés por figuras menos lineales, con altibajos en el camino y tramas más complejas donde se reflejen problemas personales.
--P: Pero al final se convierten en héroes.
--R: Los héroes o superhéroes, así como heroínas o superheroínas, tienen un código ético muy férreo. Batman por encima de todo no mata, ni Capitán América, por ejemplo. En cambio Venom, Lobezno o Thomas Shelby, que están más cerca de la villanía, no dudan en matar si es necesario porque tienen métodos brutales e inquisitivos.
En algún momento, personajes como Venom o Lobezno, que se mueven por sus intereses propios, chocan con los intereses comunes de la sociedad. Es entonces cuando deben decidir qué camino tomar: si el bien o el mal. Si toman el del bien son antihéroes, porque no dejan de ser ellos mismos, manteniendo sus métodos. Y si escogen el del mal se convierten en villanos.
--Deadpool podría ser un antihéroe, entonces.
--Exacto. Aunque Deadpool es un mercenario. Empieza su viaje y se convierte en ese personaje porque busca una cura contra el cáncer, esta es la tesis más estandarizada. Por ello, se somete a un experimento fuera de la ley y a partir de ahí consigue superpoderes.
Quiere vengarse de quienes le han hecho eso. Pero al final enlaza con el camino del bien. Pero él no deja de ser Deadpool, no deja de reírse de todo el mundo, de actuar fuera de la ley, de tener métodos brutales…
--Estos superpoderes de los que habla son una de las características que han catapultado a la fama personajes de Marvel y DC Cómics, aunque ahora aboguen por producir antihéroes. ¿Cómo surgieron los superhéroes?
--A raíz de la Segunda Guerra Mundial. La sociedad estadounidense, impulsada por el Gobierno, tenía la necesidad de crear los superhéroes. En ese entonces solo existían los héroes y por eso se crearon figuras como Capitán América o Superman, que si os fijáis en la indumentaria llevan los colores patrióticos de Estados Unidos. La sociedad necesitaba algo en lo que creer.
--¿Cómo eran esos primeros superhéroes?
--Eran de raza blanca y siempre masculinos, postrados en el lado del bien. Por el contrario, en el mal se encuentran los regímenes totalitaristas, los nazis, los países que han tenido conflictos con Estados Unidos..
--Pero esto cambia en algún momento.
--A partir de los años 80. La sociedad empieza a estar harta de estos superhéroes de cómic y comienza a haber una crisis importante en el mundo de la literatura y de los cómics. Es, en ese momento, cuando surgen otro tipo de personajes más oscuros y profundos.
--¿Nacen entonces los antihéroes?
--Sí. Tanto en el mundo del cómic y en el género de los superhéroes. Pero debo decir que no son un invento de la década de los 90 o del siglo XXI. En los 70 existía el Spaghetti Western, que normalmente lo encarnaba Clint Eastwood. Era el personaje antiheróico en el mundo del Western. Ese forajido, ese fuera de la ley que protagonizaba la Trilogía del Dólar que ya se define a él mismo como antihéroe.
--¿Siguen siendo hombres blancos y símbolos machistas como después de la Segunda Guerra Mundial?
--Los superhéroes eran blancos y símbolos machistas, donde la mujer era un trofeo o el arquetipo literario de la damisela en apuros. Hoy en día los personajes femeninos no son sexualizados, ligeros de ropa, con un perfil secundario donde su rol en la trama es nulo… todo esto está cambiando.
--Póngame un ejemplo.
--El personaje que encarna la actriz Scarlett Johansson, que caracteriza la Black Widow (Viuda Negra). Verá que desde su primera aparición en Iron Man 2 hasta la última, donde ya protagoniza una película propia, el personaje ha dejado de estar tan sexualizado y ha pasado a tener un pasado muy conflictivo, con un trasfondo potente, que tiene trastornos mentales.
--¿Antes dependía de otras figuras protagonistas?
--En películas anteriores parecía que debía tener una relación de amor con Capitán América o con Hulk… Pero, ahora, su papel es independiente de lo que pueda tener con otros personajes y de esa visión tan masculina. Al final es un reflejo de la sociedad. Si la sociedad cambia, los personajes cambian.
--También han comenzado a surgir personajes de otras razas.
--Exacto, porque la sociedad cambia y con ella la literatura, los cómics, las películas, las series… Las primeras apariciones de afroamericanos o asiáticos eran bufones muy estereotipados y que se alejaban de la realidad. Esto esta evolucionando. Igual que cambia el tratamiento de la mujer y de la raza, también está transformándose esa visión polarizada entre el bien y el mal.
--En ese cambio de visión entre el bien y el mal resurge el antihéroe, aunque es un concepto que quizás puede llevar a confusión… ¿Es el Joker un antihéroe?
--No. Pero es un tema que a mis estudiantes me ha costado bastante hacerles entender que no es así, que no es un antihéroe. En la última versión del Joker lo justifican un poco, pero es un psicópata y un sociópata. Mata de forma sistemática. En ningún momento se alinea con el bien ni busca una causa mayor.
Es verdad que ha tenido un pasado muy duro. Sufrió maltrato de su madre y de las parejas de ésta, la sociedad le ha dado la espalda, tiene una enfermedad… Pero eso no justifica que mate sistemáticamente a quien se le ponga por delante. Eso no es antiheróico, es un villano que lo han querido dotar de un contexto y un pasado.
--Pero esa parte más humana ha causado mucha repercusión, aunque sea un villano.
--Y mucha polémica. En Estados Unidos hubo una matanza en unos cines en el estreno del Caballero Oscuro, de Batman. Las investigaciones llevaron a que el hombre que hizo esa matanza formaba parte de un movimiento de hombres misóginos de Estados Unidos. Por eso, con el estreno del Joker las familias de las víctimas alzaron la voz y escribieron a la productora, porque se estaba mostrando un personaje muy cercano a esa comunidad de hombres misóginos.
Esta comunidad ha hecho bastantes actos vandálicos y algún asesinato, no se les debe alentar a que maten y se les justifique como al Joker. Por eso estoy totalmente en contra de que se le considere un personaje antiheróico.
--En su libro Los antihéroes no nacen, se forjan, refuta y ofrece nuevas tesis sobre este universo y cambio social. Pero, ¿cuál es la línea que separa al antihéroe del villano?
--Hay un interés de los espectadores por los personajes que obran fuera de la ley. Esto surge porque existen dos personajes que llegan a un punto que pasan de la heroicidad y de ser antihéroes a convertirse en villanos. Uno es Walter White en Breaking Bad y el otro es el de los Sopranos. No se pueden considerar antiheróicos en su globalidad, tienen rasgos antiheróicos, pero acaban siendo villanos.
--Entonces, aunque decidan ir por el camino del bien, los antihéroes pueden acabar convirtiéndose en el malo de la película.
--Al final todo se reduce a que: puedes ser un héroe si no vives lo suficiente para convertirte en un villano. Un antihéroe llega un momento en el que tiene que alinearse entre el bien y el mal. Su decisión es vital.