Sin noticias del Museo del Cómic. Tras 12 años de bloqueo y cruces de reproches entre las Administraciones, Cataluña sigue sin disponer de un centro de referencia, a pesar de la larga tradición que existe en esta comunidad en materia de ilustración, humor gráfico y revistas satíricas. Los recortes convirtieron en papel mojado el convenio firmado en 2010 por el Ayuntamiento de Badalona (Barcelona) y la Generalitat para que el edificio de la Compañía Auxiliar del Comercio y la Industria (CACI) lo albergara.

La Fábrica de Badalona que debía albergar el Museo del Cómic

Harto de esperar a que la Consejería de Cultura avanzara en el proyecto, el consistorio ha decidido destinar esas instalaciones a un centro de investigación tecnológica de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). El alcalde, Rubén Guijarro, ofrece al Govern tres dependencias alternativas: la antigua fábrica Piher, la Torre Codina y los edificios de Ca l'Arnús. Pero la Generalitat quiere más concreción por parte del ayuntamiento y del Ministerio de Cultura que, a su vez, se muestra dispuesto a ceder parte del Archivo Lafuente, cuya adquisición fue anunciada por Miquel Iceta y que incluye obras de iconos del underground catalán como Montesol y Nazario.

Referentes

La lista de referentes catalanes de la ilustración, del humor gráfico y de la historieta cómica es interminable. Desde Apel·les Mestres, Opisso, Tísner y Lola Anglada, hasta los contemporáneos Marta Balaguer, Carme Solé Vendrell, Llucià Navarro, Pilarín Bayés, Mariscal, Pere Joan, Roser Capdevila, Mercè Llimona, Fina Rifà, Teresa Duran y Francesc Riart, entre otros.

Ramón de España, fotografiado por Juan Ramón Yuste, en la contraportada de 'Ajoblanco'

En los siglos XIX y XX, Cataluña fue muy prolífica en revistas infantiles y de humor: El Patufet, TBO, Cavall Fort, La Campana de Gràcia, L'Esquetlla de la Torratxa, Cu cut, Bé Negre el Papus o El jueves. Dibujantes y humoristas como Cesc, El Perich, Ops (El Roto), Toni Batllori, Joma y Picanyol también forman parte de la historia del humorismo gráfico. Las revistas Cimoc, Comix, 1 984, Cairo, Zona 84, Creepy, Totem, Makoki y Víbora destacan en el cómic underground y para adultos, con artistas como Nazario, Montesol, Mariscal, Enric Sió, Gallardo y Mediavilla.

Nazario, con Juan Doménech, en la exposición de la galería Brosolí. ARCHIVO NAZARIO LUQUE

De ahí que, el 20 de enero de 2010, el entonces alcalde de Badalona, Jordi Serra, y el consejero de Cultura, Jordi Tresserras, firmaran un convenio para instalar el Museo del Cómic --una antigua reivindicación de coleccionistas, ilustradores, editores y distribuidores-- en la fábrica CACI. El presupuesto del proyecto se fijó en 11,4 millones de euros, de los que ocho millones correrían a cargo de la Generalitat y 3,4 millones los asumiría el ayuntamiento (para la recuperación y consolidación del edificio). Estaba previsto que el museo entrara en funcionamiento en 2012.

Consejo asesor

Pero con el cambio de gobierno llegaron los recortes, el proyecto quedó congelado y las colecciones, repartidas en varios locales y, en algunos casos, en un mal estado de conservación. Hasta hoy. En 2019, se constituyó un consejo asesor, formado por técnicos de la Consejería de Cultura, el MNAC, la Biblioteca de Cataluña y expertos del sector, cuya principal actividad se centró en la adquisición de fondos.

Por todo ello, la diputada del PSC-Units Rocío García Pérez ha presentado una propuesta de resolución en el Parlament para que se inste al Govern a presentar un informe sobre el estado de los fondos del cómic, así como una propuesta articulada y calendarizada de implementación del futuro Museo del Cómic, con unas primeras previsiones presupuestarias para 2023 y que cuente con la participación del sector.

Fuentes de la Consejería de Cultura aseguran a este medio que no han recibido “ninguna petición ni información formal sobre este tema”: “Antes de realizar ninguna valoración esperaremos que el Ayuntamiento de Badalona o bien el ministerio nos expliquen si tienen una nueva idea para el proyecto y cuál es”, dicen.