La escritora Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) ha recibido el Premio Nacional de Ensayo 2020 por su libro El infinito en un junco (Editorial Siruela), una "extraordinaria historia del libro y del pensamiento durante 30 siglos", en palabras del propio el ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes.

El galardón, dotado con 20.000 euros, reconoce de este modo el primer ensayo fuera del mundo académico publicado por la autora. Un ensayo que ya le ha reportado otros reconocimientos como el Premio el Ojo Crítico de Narrativa 2019, el de "Las Librerías Recomiendan" de No Ficción 2020 o el Búho al Mejor Libro de 2019, que otorga la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro.

Éxito de crítica y público

El jurado del premio nacional destaca el “viaje personal, erudito e instructivo por la historia del libro y de la cultura en el mundo antiguo” que desprende la obra y que atrae al lector por su capacidad de transmitir un sentimiento de pertenencia y colectividad con la historia.

Pero más allá de los galardones, El infinito en un junco se ha convertido en todo un éxito editorial desde el momento de su publicación y que ya va por sui vigésima edición.

Repaso histórico

El texto emana pasión y amor sobre los libros y el mundo de la escritura, reflexiones sobre este universo y, todo ello, conjugado con rigor y sentido histórico. “Proyecta una mirada fresca que va más allá del ensayo e incorpora elementos de otros géneros, sumando nuevos lectores a un tipo de literatura cuyo público crece día a día", en palabras del tribunal.

El infinito en un junco transita por el origen de la escritura y por sus soportes, desde la piedra a los ordenadores, pasando por la seda, la madera, los juncos, la piel y el mismo papel. Un ensayo en toda regla escrito de una forma "muy narrativa", casi novelesca.

Intencionalidad

El estilo del libro es decididamente buscado por la propia Vallejo, quien subraya que su voluntad era que "nadie se quedara fuera" de su lectura. Un objetivo que, vistas las ventas de la obra parece conseguido y que es la clave del éxito de acogida que ha tenido, sostiene.

Este personal ensayo crea "un sentimiento de pertenencia a la Historia" porque hace partícipe al lector de los 30 siglos de esfuerzos para "salvaguardar las palabras", subraya. Y esto es precisamente lo que hacen todos sus libros y El infinito en un junco no es una excepción.

Portada de 'El infinito en un junco'

Protagonista: El Libro

“Somos herederos de todos ellos. Es nuestra historia", asegura Vallejo. "Los libros que conocemos hoy son resultado de muchas búsquedas, de muchos intentos y pruebas, porque se ha escrito sobre arcilla, sobre árboles y plantas, sobre piedras y pieles", subraya.

Vallejo relaciona la fuerza de la escritura y de la lectura con la situación vivida en la pandemia, donde los libros han sido y son "un refugio que nos ofrecía un mundo exterior que nos faltaba". "Los libros siempre están a nuestro lado cuando parece que todo se hunde", sentencia.

Destacadas en Crónica Creación