Sale a subasta el dibujo Saludo al público, del efímero artista Carles Casagemas (Barcelona, 1880-París, 1901). La obra, que admite pujas hasta el 29 de julio en el portal Setdart, tiene un valor estimado que oscila entre los 25.000 euros y los 30.000 euros. Casi el doble de lo que han ofrecido por ella hasta ahora. Se trata de un pequeño tesoro para los amantes del arte y del coleccionismo, porque Casagemas solo dejó 48 obras antes de quitarse la vida de un disparo en la sien.
Saludo al público, pintada entre 1898 y 1900, formó parte de la exposición Carles Casagemas. El artista debajo el mito, que acogió el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) en la temporada 2014-15. Se trata de un dibujo a pastel y carboncillo marcado por los trazos gruesos y enérgicos en tonos intensos, que determinan el estilo personal del artista. Los expertos aseguran que en estos trazos también se puede apreciar la huella de su amigo Isidre Nonell, otro pintor del modernismo. La obra cuenta con la firma de Casagemas en el ángulo inferior izquierdo, lo que aporta mayor valor al dibujo.
Una colección limitada
A Carles Casagemas solo se le atribuyen 48 obras (38 pinturas, siete óleos y el resto, dibujos), ya que su vida fue corta y acabó con su suicidio a los 20 años en París. Pese a ser un artista en formación, la trayectoria de Casagemas es una de las “más extraordinarias a la par que desconocidas de la segunda generación modernista”, tal y como destacan desde Setdart.
Sin duda alguna, su producción fue escasa, pero, según los expertos, en ella se sintetiza uno de los períodos más esplendorosos del arte catalán. Por ello, el comprador será un coleccionista que sepa dónde está poniendo su dinero. “A diferencia de otros artistas de los que van saliendo obras a subasta porque tienen una colección amplia, las piezas de Casagemas son de producción limitada y no es fácil conseguirlas, por lo que Saludo al público se trata de una pieza muy especial”, asegura Marina Pelegrí, la responsable de la casa de subastas.
Un artista catalán singular
A pesar de ser un artista en formación, la obra del barcelonés tiene una gran variedad de registros y una búsqueda constante de originalidad. A consecuencia de su residencia temporal en París, los personajes de sus dibujos tienen rasgos claramente parisinos y la mujer adopta un lugar destacado con figuras femeninas retorcidas en enigmáticas poses, reproduciendo así las preocupaciones estéticas de un genio empapado de la modernidad francesa. En aquella época, París suponía un gran contraste con lo que Casagemas había vivido en Barcelona.
Hijo de Manuel Casagemas, cónsul general de los EEUU en Barcelona, y de Maria de les Neus Coll, Casagemas fue destinado a la marina de guerra, aunque tras los desastres de Cuba y Filipinas fue relegado de su puesto. Por ello, la corta vida del artista barcelonés es también peculiar. Su suicidio fue en 1901 debido a un mal de amores con su modelo, Laure Gargallo (más conocida como Germaine Pichot). Profundamente deprimido por el rechazo de su amada, Casagemas intentó matarla con una pistola en el parisino Café Hippodrome (en la actualidad, Palace Clichy). Tras fallar el tiro, se suicidó allí mismo con la pistola. Algunos críticos de arte sostienen que su muerte prematura truncó una prometedora carrera artística. Así mismo lo corrobora Pelegrí: “Murió muy joven y no tuvo tiempo de desarrollar su visión artística, pero es un artista que hubiera podido ir muy lejos con sus trabajos”.
Su estrecha relación con Picasso
También es curiosa su estrecha relación con Pablo Picasso, con quien compartió un estudio en la calle de la Riera de Sant Joan, número 17 de Barcelona. El genio malagueño le acompañó en su primer viaje a París para visitar la Exposición Universal de 1900, un viaje que marcó un antes y un después para Casagemas, porque en esta visita a Francia conoció a Laure Gargallo y se enamoró locamente de ella; un amor que acabó en tragedia. Picasso dejó constancia de su amistad con el artista catalán realizándole varios retratos. Los primeros datan del 1899, que es cuando se conocieron
El suicidio de su amigo marcó la vida y obra de Picasso. “Después de la muerte de Casagemas, Picasso inició su período azul, que fue corto en duración, con personajes muy alargados en sus obras que son una clara referencia al artista barcelonés”, explica la responsable de Setdart. Las obras de este período se caracterizan por sus temáticas oscuras como la pobreza y la prostitución, y también por la sobriedad de los tonos. Picasso incluso dedicó tres obras a la muerte y el entierro de su amigo, como La muerte de Casagemas y El entierro de Casagemas.