El escritor Josep Maria Loperena pasa al ataque. El autor de la novela L’espia del violí considera que la periodista y escritora Pilar Rahola ha utilizado el argumento, el personaje y la trama de esa obra para escribir L’espia del Ritz, editada en Columna. Y, con una historia peculiar, ha decidido enviar un requerimiento judicial a la editorial, que espera que se comunique también a Rahola, en la que señala que lo mejor sería llegar a “un acuerdo” para que tanto Columna como la escritora admitieran que las coincidencias son demasiado evidentes.

Loperena señala a Crónica Global que “la intención no es que fructifique la vía judicial, pero tampoco que todo esto quede en nada, porque está claro que se ha producido el apropiamiento de mi novela”.

 

 

Pilar Rahola se viste con la bandera de España / CUATRO

Una novela en el cajón de Columna

El hecho que se explica en el requerimiento judicial, que firman los abogados de Loperena, es que el original de L’espia del violí se entregó a la editorial Columna en abril de 2010. Previamente, la editorial había publicado dos novelas del propio Loperena. Pero esa tercera se quedó en un cajón. Sin embargo, el escritor, abogado de profesión, había registrado su obra en el Registro de la Propiedad Intelectual de la Generalitat en 2008.

En el escrito judicial se señala directamente que, a pesar del rechazo de la novela, “es notorio que ahora la editan, pero firmada por la señora Pilar Rahola y con el título de L’Espia del Ritz”.

Aceptar lo sucedido

Los abogados de Loperena insisten en que el escrito judicial se haga extensible a la propia Rahola, “supuesta autora de la novela que actualmente promocionan, y al colaborador y autor de la editorial, el señor Jordi Finestres”. Y se añade que la intención “es evitar la notificación de este requerimiento por edictos a través del BOP a los dos, por el perjuicio que les podría suponer”. Es decir, la voluntad de Loperena no es ganar un posible juicio, sino que la editorial y Rahola “acepten lo que ha pasado".

Pilar Rahola, en un programa de TV3 / EFE

¿Pero cuál es la cuestión principal? Los abogados señalan que tanto Finestres como Rahola insisten en que el músico Bernard Hilda --que existió y que es el protagonista de la novela-- fue un espía del MI6 británico o de otra organización similar de los aliados, y que dicha condición de agente secreto la ejerció en la Barcelona de la posguerra, para llevar a cabo una importante misión. Esto es un hecho, desde el punto de vista histórico, absolutamente falso, porque es una fabulación que fue precisamente el fundamento de L’espia del violí, y fruto de la invención novelesca de Josep Maria Loperena. Ninguno de los dos posibles querellados podría tener conocimiento de todo esto si no hubieran tenido acceso previo ilícito a la obra del señor Loperena”.

La intervención de Joan de Sagarra

El escritor asegura a Crónica Global que el argumento de Rahola de que Hilda fue, realmente, un espía y que ella se había documentado sobre ello,a través, entre otros, del periodista Joan de Sagarra, que fue amigo personal de Hilda, no casa con la realidad. En el escrito judicial se hace mención a ello: “Puestos en contacto con el prestigioso articulista, y después de mantener una prolongada reunión, nos confirmó lo que ya se sabía, y es que Hilda nunca había sido un espía y que nunca había corroborado esta circunstancia a ninguno de los dos presuntos plagiadores. Tampoco lo afirma el señor Hilda, en una entrevista realizada en la sección La Contra del diario La Vanguardia del 17 de octubre de 2003”.

Los hechos que se recogen podrían constituir “un delito de apropiación indebida de una propiedad intelectual, hecho previsto en el artículo 253 del Código Penal y castigado con penas de hasta tres años de prisión, al margen de que, como resarcimiento del daño causado, y en concepto de responsabilidad civil, se pedirá al tribunal la retirada del libro firmado por Pilar Rahola y el pago por parte de ella y de la editorial Columna de un importe como indemnización a favor del señor Loperena equivalente a los ingresos obtenidos por la editorial con la venta del libro de la señora Rahola”.

A pesar de todo, el ánimo no es ese. Para evitar todo esto, “y por ser la voluntad de los letrados firmantes la de solucionar los conflictos de forma negociada, antes de que sea necesario solicitar el amparo judicial, invitamos a los que serán querellados a que, a través de sus abogados, se pongan en contacto con nosotros a fin de conseguir una solución pactada satisfactoria para todos”. Y lo firman los letrados Javier Espía Molina y Pilar Rocu.