Fachada del Teatro Nacional de Cataluña. Cines y teatros, en vilo por el coronavirus / EP

Fachada del Teatro Nacional de Cataluña. Cines y teatros, en vilo por el coronavirus / EP

Creación

El mundo de la cultura reclama un salvavidas a las administraciones

Hasta 21 entidades culturales firman un manifiesto para pedir ayudas que mantengan el “tejido productivo y la actividad” del sector

21 abril, 2020 00:00

Un grito de alarma, de pura supervivencia. El mundo de la cultura se encuentra paralizado, sin ninguna posibilidad de resistir, si no encuentra una respuesta en las administraciones públicas, y en la propia concienciación de la sociedad. A dos días de la que iba a ser la gran cita de las empresas de la edición y de los creadores literarios, el 23 de abril, importante para Cataluña, pero para el conjunto de España --se concentra el 20% de la facturación-- el mundo cultural ha hecho público el Manifiesto a favor de la Cultura, que va dirigido, “especialmente a las administraciones públicas, tanto catalanas como españolas y de la Unión Europea”.

La intención de más 21 entidades del sector cultural, --editorial, audiovisual, de las artes escénicas y plásticas-- es constituir una hoja de ruta para las actuaciones que permitan “el mantenimiento del tejido productivo y la actividad de los sectores culturales”. Entre los firmantes figuran Actua Cultura 2%; Adetca, Catalunya Film Festivals; o Proa, entre otros.

Continuidad de las empresas

Al margen de la situación personal y profesional de cada uno de los miembros de todo ese entramado cultural, el manifiesto entiende que no se podrá salir de la pandemia, e iniciar una nueva etapa sin tener en cuenta la cultura, que es un factor fundamental del propio modelo productivo en Cataluña y en el conjunto de España, en el que el turismo es esencial, en gran medida asociado a la cultura. “Más allá de su capacidad de crear impacto en el PIB --un 3,5%-- y en el empleo, la actividad de los sectores de la cultura es clave en la creación de competitividad, dignidad, calidad de vida y cohesión social en el ámbito local, de Cataluña, de España, y son, además, un elemento fundamental para el relanzamiento del proyecto europeo”.

Lo que se piden es un conjunto de medidas que contemple toda la cadena de valor, desde la creación, la investigación, la producción, la distribución, la exhibición y la difusión. “Es urgente ofrecer una respuesta positiva basada en incentivos y ayudas económicas facilitadoras del acceso cultural y el consumo, que sean verificables, claras y directas a los actores de los sectores de la cultura para preservar la continuidad de las empresas, instituciones, entidades y sus profesionales”.

El manifiesto considera que no se ha señalado al sector como “esencial”, aunque todo el conjunto de actividades que se realizan constituyen “uno de los motores” del progreso social.

Equilibrio entre el sector público y privado

Entre los diez puntos que se recogen como peticiones de todo el conjunto del sector, destaca la necesidad de que la cultura se integre en “los planes estratégicos de desarrollo territorial, social y económico”, con “medidas de choque destinadas a inyectar recursos en el sector con carácter inmediato”. Y se constata que “más allá del endeudamiento para salir de la crisis se deberá actuar de manera urgente para preservar todo el tejido cultural, con especial atención a la preservación del juego de fuerzas equilibradas entre el sector público y privado”.

Una de las medidas que se pide puede ser central en los próximos meses. Y que las autoridades sanitarias insisten en la llamada distancia social. Siguiendo esa recomendación algunos equipamientos, como el Palau de la Música, han anunciado que reducirán el aforamiento en un 50% para permitir esas distancias. En el manifiesto se reclama, precisamente, que se coordinen esas medidas, porque se corre el peligro de que  se estigmatice todo el sector: “Es necesaria una coordinación estratégica que implique a los departamentos de Cultura, Salud, Educación, Empresa, Trabajo, Territorio e Interior en la planificación de la recuperación de la actividad, para no estigmatizar los espacios culturales en los que se planifica la vuelta a la actividad, así como los protocolos de seguridad que generen confianza al público”.

Todo el sector reclama, por tanto, una “gran campaña de comunicación y marketing” para recuperar el público cultural, y una ley de mecenazgo, que se posterga desde hace años, para impulsar la financiación de la cultura.