Los cocineros Christophe Pais y Cristina Querol, junto a equipos de ingenieros y desarrolladores de software, han creado un invento más que sorprendente. Se trata de un cerebro industrial capaz de cocinar la paella perfecta.
Sus innovaciones técnicas, aseguran, permiten regular la temperatura y los tiempos de cocción con la máxima precisión, atendiendo a parámetros tales como la humedad o la presión ambiental.
Pais y Querol conquistaron el paladar de los madrileños durante casi una década con sus arroces al frente de La Bomba Bistrot. Un negocio que cerraron el pasado mes de junio para centrarse en otro nuevo. Se trata del actual Madrid es la Bomba, un innovador proyecto que arranca basado en una tecnología que pretenden expandir por España para abrir camino en el campo de la comida premium a domicilio. Aunque también puede aplicarse a restaurantes para acabar con la mala calidad de muchos de los arroces de chiringuito.
Todo está parametrizado, según explican sus creadores. Como por ejemplo la cantidad de sal o de aceite, que el cerebro industrial y su filtro de sensores ajustan a las temperaturas y tiempos pertinentes teniendo en cuenta doce conceptos: desde la humedad exterior a la presión ambiental, que influyen en la cocción del arroz.
La cocina se lleva a cabo en una bandeja diseñada por ellos. Y en unos once minutos, están preparadas las raciones de arroces de pato, de carabineros, de verduras y a banda, que se tapan con una cobertura también patentada por la pareja de cocineros. Luego, se envuelven en una "sábana térmica", que preserva el calor, y se introducen en un sistema equipado con resistencias, que hacen que no pierda temperatura en el transporte a domicilio en motos eléctricas.