El pasado evento del E3 de Los Ángeles (una de las ferias de videojuegos más importantes del mundo), sirvió para confirmar una de las noticias de la temporada en el mundo gamer: el lanzamiento del remake de Final Fantasy VII ya está a punto de ser realidad.
Para muchos jugadores, este juego marcó un antes y un después en el año de su salida: 1997. Muchos expertos en este sector lo consideran el germen de los videojuegos tal como se conocen en la actualidad, ya que amplió los horizontes gráficos y narrativos del género.
Una historia con final feliz
La empresa desarrolladora del videojuego, Squaresoft, no las tenía todas consigo un año antes de lanzar este producto. La saga Final Fantasy era el gran emblema de la compañía pero aún no había dado el salto al gran público. La causa: el juego de rol de estilo japonés, conocido como JRPG, aún no había despegado fuera del país asiático.
Sería Final Fantasy VII el título que salvaría a la compañía. Pero había un problema. La empresa había lanzado el resto de sus títulos con Nintendo, líder del mercado durante los años ochenta y principios de los noventa, y esta no le iba a poner las cosas fácil.
Exclusividad a cualquier precio
Nintendo siempre ha sido una compañía extremadamente cerrada en muchos aspectos. Cabe recordar que --hasta la llegada de Pokémon GO-- no había permitido que ninguno de sus videojuegos se jugara en otra consola que no hubieran diseñado ellos.
En este caso, sus limitaciones jugaron en su contra, ya que la capacidad de cartuchos de la Super Nintendo se quedaba muy corta para lo que tenía pensado crear Squaresoft. Así, la compañía apostó por dar el salto a la PlayStation de Sony, la consola emblema de la conocida como quinta generación. Una consola de 32 bits que permitía desarrollar juegos en formato CD-ROM.
Un mundo nuevo
Harían falta tres de estos soportes (la mayoría de juegos necesitaban uno o, como mucho, dos) para dar cabida a la obra magna de la compañía. Final Fantasy VII veía la luz con numerosos errores de traducción de los textos y un diseño de personajes, como mínimo, deficiente, debido a las prisas por su lanzamiento.
La banda sonora compuesta por Noumu Uematsu, la ambientación, la historia (basada en un mundo controlado por multinacionales que están destruyendo el planeta y a las que solo les planta cara un grupo de ecologistas), el sistema de juego, los gráficos de las cinemáticas, la exploración de mundo abierto y las casi 80 horas de juego que ofrecía para completarlo al 100% conquistaron rápidamente a jugadores de todo el mundo.
‘Remake’ con problemas
El trabajo presentado en 2015 sobre Final Fantasy VII Remake encendían de nuevo los ánimos. Sin embargo, tres años después de aquella prometedora presentación, el estudio señaló que los problemas de producción obligaban a rehacer el videojuego desde el principio. Los fans tendrían que esperar.
Ahora, en el último E3 de este año, Square Enix --propietaria actual de los derechos-- presentó las primeras imágenes de una partida real de Final Fantasy VII Remake. Un juego que contaba con la ambientación del original y los mismos personajes, pero con un sistema más actualizado a los tiempos actuales. La compañía cierra así un círculo que inició esta pequeña obra de arte que conquistó a toda una generación, iniciándola en los juegos de rol. El juego se lanzará de manera oficial el 3 de marzo de 2020.
Primeras imágenes de Final Fantasy VII Remake