Nada se salva de la guerra. Ni siquiera expresiones como el ar
te o la cultura, que no desempeñan ningún papel protagonista en los conflictos armados pero que igualmente deben protegerse de ellos. De eso trata Arqueología en el exilio, una exposición del Museo de Arqueología de Cataluña (MAC) en Barcelona sobre las colecciones arqueológicas que salieron de España durante la Guerra civil y las personas que lo hicieron posible, salvando así este patrimonio histórico nacional del saqueo y de las bombas.
Según los responsables de la muestra, se trata de “explicar este episodio aún poco conocido de la historia cultural y patrimonial de nuestro país y, al mismo tiempo, rendir homenaje a los hombres y mujeres que en medio de las dificultades de una guerra trabajaron incansablemente" para proteger el patrimonio cultural y garantizar su supervivencia. Un acto de memoria al servicio de la sociedad en el que el museo, su director Jusèp Boya y la comisaria de la muestra Àngels Casanova han recreado un recorrido histórico que representa la vida de la galería y de sus colecciones durante el enfrentamiento armado y la posguerra en los primeros años de la dictadura de Francisco Franco.
Proteger el patrimonio arqueológico
Los sacos de arena se convirtieron en un escudo improvisado para proteger de las bombas y de los escombros las piezas de las colecciones arqueológicas que entonces albergaba el museo. Con ellos, el entonces director, Pere Bosch i Gimpera, mandó cubrir las obras que por su tamaño y su peso no podían trasladarse, como la estatua del Esculapio de las ruinas de la ciudad grecorromana de Empúries o los sarcófagos romanos. El resto se embalaron en cajas de cartón para ser almacenadas en refugios que los trabajadores del museo levantaron dentro del propio edificio. La memoria gráfica de estos acontecimientos forma parte de la galería de fotografías de la exposición.
Imagen del interior del MAC durante la Guerra Civil / MAC
Pero la tarea de preservación más importante y costosa que tuvieron que llevar a cabo las personas comprometidas con el museo fue la de trasladar algunas de sus piezas arqueológicas fuera del territorio español. La salida de las obras se decidió con el bombardeo de marzo de 1938 al Palau de la Agricultura, situado al lado del edificio del museo. Fue entonces cuando la Generalitat de Cataluña emprendió un plan para evacuar alguna de las piezas más importantes. A partir de este momento “las principales colecciones del MAC fueron trasladadas en camiones al Mas Perxés de Agullana (Girona)”, cuentan desde el museo.
Las colecciones arqueológicas fueron trasladadas a Ginebra
El paso de la frontera española llegó poco después, gracias a un acuerdo alcanzado entre el Gobierno de la II República y el Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros Artísticos Españoles. Las negociaciones entre el gobierno central y el comité internacional “propició la salida de las obras de arte hacia Ginebra (Suiza) bajo la protección y custodia de la Sociedad de Naciones”, relatan los responsables de la exposición. Una vez puestas a salvo, las labores para su preservación y mantenimiento no habían concluido.
Con el final de la Guerra Civil en 1939 y el paso a la dictadura franquista, el museo pasó a ser gestionado por la Diputación de Barcelona, que nombró a Martín de Almagro como nuevo director. “Los trabajadores fueron sometidos a un expediente de depuración”, cuentan desde el MAC. Fue Almagro quien acometió la tarea de recuperar las obras exiliadas. Todas ellas regresaron a la ciudad de Barcelona en la primavera de 1939, habiendo viajado de Irún a Madrid antes de llegar a la Ciudad Condal en camiones.
Ciclo de conferencias y actos conmemorativos
Además de la exposición material y fotográfica, el MAC ha organizado un ciclo de conferencias y actos conmemorativos para recordar lo sucedido y homenajear a las personas que hicieron posible la preservación del patrimonio histórico y cultural de las obras arqueológicas exiliadas.
El MAC de Barcelona durante la Guerra Civil / MAC
- Jueves 9 de mayo. Huyendo de la destrucción y de las bombas: el salvamento del arte en tiempos de guerra.
- Jueves 16 de mayo. En tiempos de guerra: el Museo de Arqueología de Cataluña y la protección del patrimonio arqueológico.
- Jueves 23 de mayo. Pere Bosch y Gimpera. Formación, madurez y exilio de un prehistoriador.
- Jueves 30 de mayo. La protección del patrimonio cultural durante conflictos armados. ¿Qué hemos aprendido en los últimos años?