El escritor Arturo Pérez-Reverte ha asegurado este miércoles que se siente "republicano de corazón y monárquico de razón", porque no confía en que unos políticos "que no han leído un libro en su vida" sostengan a una España "en estado de demolición".
Pérez-Reverte ha hecho estas declaracions durante la presentación de su nueva obra literaria, donde reúne en Una Historia de España (Alfaguara) sus artículos escritos durante cuatro años --del 2013 al 2017-- sobre los hechos históricos de un país al que no augura "un simpático convivir" para futuras generaciones.
"Somos parte de la enfermedad de este país"
"El español es un ser humano muy peligroso y somos parte de la enfermedad de este país. He visto lugares civilizados, que parecían oasis de paz como Líbano o los Balcanes, y que en poco tiempo se vuelven peligrosos. Por eso es importante la responsabilidad de los políticos", ha señalado en la presentación del libro.
Es por ello que el autor apuesta por la figura del Rey Felipe VI --alguien "guapo, que sabe estar, elegante y educado", ha comentado con humor-- para salir de una situación complicada en España. "Dado el panorama, hay que apostar por algo que al menos sostenga este tinglado en demolición", ha añadido.
"¿Quién va a reconstruir luego el Estado? ¿Políticos como Casado, Rivera, Echenique, Iglesias, Monedero, Torra o Abascal? No me toques las narices. No saben de lo que están hablando, ¿me van a crear ellos un Estado de Bienestar para el futuro?, ha cuestionado con ironía.
Pérez-Reverte cree que todo ello se solucionaría con la educación, pero en España "hay un problema muy grave de memoria". "Parece que toda memoria es fascista y caspa y, si seguimos así, vamos a acabar mal", ha aseverado.
"Nos estamos cargando el cemento que une a este país, la memoria común. Y nos lo estamos cargando por incompetencia: Rajoy se sentaba encima de sus aparejos sin reacciones, pero Zapatero resucitó fantasmas de hace tiempo de una manera parcial y no generosa", añadido.
Contra los nacionalismos
Para el autor de la saga de Alatriste, existen en España varias maneras de abordar la Historia, desde una izquierda que "intenta siempre referirse a la Historia del país como un lugar oscuro", hasta una derecha que hace "lo contrario, solo hablar de episodios épicos de los que estar orgullosos".
Frente a los "nacionalismos periféricos" que hablan de España como "aberración histórica", el autor prefiere que se mire la Historia del país como "un lugar en el que han pasado muchas cosas, buenas y malas". Y, entre ellas, mirar a la Leyenda negra con esa objetividad.
"El descubrimiento de América es una hazaña, se tome como se tome, y así hay que reconocerlo. Pero también se destruyen civilizaciones y se crean estructuras corruptas que todavía hoy repercuten en el continente", ha lamentado.