Samaira Mehta, la programadora de 10 años que interesa a Google y Microsoft

Samaira Mehta es una niña estadounidense de diez años que lleva dos años asombrando dentro del mundo tecnológico por sus logros. A los ocho años, la ya denominada 'niña prodigio' fue capaz de crear un juego de mesa para niños. CoderBunnyz, como se llama el título, tiene por objetivo enseñar conocimientos sobre programación a los más pequeños de la casa, valieron a Mehta para centrar la atención de algunas de las grandes tecnológicas de Silicon Valley.

Su éxito en la programación viene fomentado por su pronta introducción en este mundo, puesto que desde pequeña ha experimentado con códigos. Esta afición no le viene caída del cielo, sino que es hereditaria, pues su padre trabaja como ingeniero para Intel. Con el tiempo, la joven ha ido haciéndose un hueco gracias a su experiencia pese a su corta edad.

Subcampeona del ‘Think Tank Learning’s Pitchfest’

Gracias a CoderBunnyz, Samaira Mehta consiguió en 2016 el subcampeonato del Think Tank Learning’s Pitchfest, lo que la ayudó a darse a conocer de cara al público gracias al canal infantil Cartoon Network. El concurso estaba dotado, además, de un premio de 2.500 dólares. 

La joven programadora puso en marcha por aquel entonces una campaña de donación de cajas de juego a centros de enseñanza. Bajo el nombre “Mil millones de niños pueden programar”, la iniciativa también popularizó los logros de Mehta.

Suscitó el interés de Google y Microsoft

Recientemente, los hitos de Samaira Mehta le valieron una invitación de Microsoft para ofrecer una conferencia en un festival. Esto sucedió después de que la jovencísima programadora sacase su segundo juego, CoderMindz, más centrado en la programación por medio de la inteligencia artificial.

Tras Microsoft llegó Google, que también ha puesto a la joven programadora al frente de una de sus charlas. En este caso ha sido en un congreso sobre Diversidad en la Tecnología. El encuentro, que tuvo lugar en el mes de agosto, se celebró en las instalaciones de Google Launchpad, en San Francisco.