Siete cosas que hacíamos antes de que existiera Internet
Salir sin haber quedado, buscar en la guía de Páginas Amarillas, llamar desde una cabina telefónica u ojear el diccionario son algunos de los muchos gestos que se han dejado de hacer
18 mayo, 2018 11:40Nadie duda de que las tecnologías de la información y, en concreto, el auge de Internet, ha significado toda una revolución en nuestra forma de ver el mundo e interaccionar con él. Así, casi sin darnos cuenta y sin nuestro consentimiento, nuestros hábitos han cambiado. A continuación, entre la nostalgia y la sorpresa, recuperamos una decena de actos cotidianos con los que estábamos familiarizados y que en la actualidad serían prácticamente impensables.
Salir sin haber quedado o visitar sin avisar
Los teléfonos móviles y, especialmente, aplicaciones como WhatsApp, dejan poco margen para la improvisación: nos citamos a una hora concreta, en un lugar específico e, incluso, podemos enviar a alguien nuestra posición, actualizada en tiempo real. Aquello de probar a encontrar a los amigos en el bar o la plaza suena algo desfasado. También tocar el timbre de un conocido solamente porque pasábamos por su calle, sin ninguna justificación y sin ni siquiera avisarle con antelación.
Buscar en la guía de Páginas Amarillas
Las miles y miles de hojas de las Páginas Amarillas cumplían una doble función: por un lado, daban acceso al mejor directorio de empresas y particulares de nuestro país; por otro, servían a menudo para evitar que nuestros libros se tumbaran en las estanterías. En la actualidad, Páginas Amarillas suma a su versión impresa otra online, la web paginasamarillas.es, todo un referente para realizar nuestras búsquedas de forma sencilla y eficaz.
Comprar solamente en locales físicos
Primero fueron las tiendas de barrio, después los supermercados y grandes almacenes y, por último, el e-commerce o negocio electrónico. En este sentido, hemos ido desterrando los prejuicios contra las compras digitales, y los usuarios confían a los portales online la contratación de cualquier producto o servicio: desde ropa y alimentos hasta última tecnología, pasando por viajes y reservas en hoteles.
Llamar desde una cabina telefónica
El miedo a quedarnos encerrados en una de estas estructuras, como sucede en el afamado mediometraje de Antonio Mercero, inquieta ya a muy pocos. Y es que, ¿quién sigue utilizando las cabinas telefónicas?¿Quién marca en ellas el número de casa y avisa de que no le esperen para comer?
Dudar, coger el diccionario y hojearlo
Si un libro era un buen amigo, el diccionario, sin duda, era el mejor de ellos. Lejos de querer insinuar que ya ha perdido su condición de recurso fundamental, señalamos tan solo que resulta extraño ver a un estudiante pasando las páginas de un María Moliner o uno de la RAE. Eso sí, nos hemos familiarizado con el empleo de los diccionarios online.
Escribir nuestras citas en una agenda de papel
Los Smartphone han sustituido con sus propias apps a esta herramienta antes irremplazable: la agenda. En ella podíamos apuntar una consulta médica, un cumpleaños, un número de teléfono y, sobre todo, disfrutar del placer de rebuscar entre sus páginas.
Redactar una carta
Las más célebres son las de amor, pero también las dirigíamos a alguien que admirábamos, a un amigo lejano o a una asociación. En nuestra época, la carta ha encontrado su evolución natural en el correo electrónico. No obstante, escribir un largo mail, con un fuerte contenido emotivo, no es una práctica tan habitual como habríamos podido pensar hace algunos años.
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