México tenía el remedio a la resaca y no lo sabíamos. La Michelada es una bebida alcohólica a la que se puede definir como la respuesta de los mexicanos al Bloody Mary. Es un refresco cuyo principal condimento es la cerveza. Se le añaden también otros ingredientes que le aportan un sabor especiado y picante.
La Michelada tiene varias virtudes: limpia el paladar para degustar los intensos ágapes mexicanos, ayuda a combatir el calor y palia el efecto de la cruda --como llaman en el país azteca a la resaca--.
Leyendas sobre su creación
Hay leyendas y debates sobre sus orígenes, pero la más popular atribuye la autoría de esta curiosa bebida a Michel Ésper. Se trata de un socio de un club deportivo de San Luis de Potosí y su historia se sitúa allá por los años 70. Solía pedir un refresco con hielo, limón y sal. Sus compañeros del club empezaron a sentir curiosidad por esta bebida y a la hora de pedir una cerveza decían: “como la de Míchel”.
Otros mexicanos defienden que sus inicios se encuentran en los años 40, durante la revolución del país. Indican que fue el general Augusto Michel el que empezó a consumir cervezas con acentos picantes.
La Michelada tiene diferentes formas de preparación, pero la base está en la cerveza / CG
Receta "milagrosa"
Uno de los restaurantes mexicanos que ofrece esta especialidad en su carta es el Txical, en Barcelona. Su gerente, Enrique Navarrete, explica a Crónica Global que se trata de una receta “milagrosa”. Pese al desconocimiento generalizado del producto, Navarrete explica que “muchos se animan y la piden”. Su precio ronda los cinco euros.
Navarrete asegura que tampoco hay un consenso claro sobre su receta original. El contenido clave es la cerveza, ya sea rubia o negra. “Suele llevar, además de hielo, sal y lima, tres salsas diferentes”. Estos condimentos son la salsa Maggi --un sazonador--, y la valentina --con chile--, reconocidas por su alto contenido de picante.
En el restaurante barcelonés también apuesta por una nueva receta. Aporta un toque marítimo a la tradicional: salsa de tomate con el líquido que sueltan las almejas.
Variedades hay para todos los gustos. La Michelada, como lo mexicano, está de moda. Y más, si además de tener buen gusto acaba curando.