El periodismo robótico será capaz de analizar enormes cantidades de datos y publicar una historia.

El periodismo robótico será capaz de analizar enormes cantidades de datos y publicar una historia.

Creación

El periodismo robótico conseguirá la imparcialidad

Las ventajas teóricas de los autómatas es que incorporarán programas con capacidad de analizar todos los datos sin caer en la subjetividad

18 noviembre, 2015 17:44

El futuro del periodismo podría estar en la robótica. Algunas empresas estadounidenses como Narrative Science están invirtiendo en lo que se conoce como "periodistas robots", unos sofisticados programas que logran hacer el trabajo de un periodista de carne y hueso de forma mucho más rápida y eficiente.

La Universidad de Pennsylvania, a través de su revista tecnológica The Wharton School, es una de las primeras instituciones que ha aprofundizdo en el debate sobre las prinicipales ventajas y desventajas de este tipo de nuevo periodismo. El profesor Noam Lemelshtric-Latar del Centro Interdisciplinar Herzliya, en Israel, explica para la revista universitaria que "los robots ayudan al periodismo a escribir historias y a encontrar hechos".

"Nunca piden un día de descanso"

"La mayoría de periodistas pueden olvidar datos, en cambio, el robot, si los datos están bien programados, es totalmente imparcial", afirma optimista el profesor, que considera que el periodismo robótico se impondrá en pocos años en el mercado de la comunicación.

El otro gran atributo de estos autómatas es que son capaces de escribir una historia "en cuestión de segundos", asegura Lemelshtric-Latar: "No se olvida de ningún dato, nunca piden un día de descanso y escriben noticias en segundos".

En fase inicial

Pese a las grandes expectativas que genera este tipo de negocio, aún se encuentra en una fase muy inicial. Es un sector que empezó a desarrollarse hace sólo cinco años, en 2010, pero los programas diseñados funcionan de forma muy eficiente. "Es un periodismo barato, efectivo y rápido", zanja el profesor.

Otro de los dilemas que suscita la entrada de la robótica en el campo de la comunicación es la funcionalidad del periodista profesional. Si esta innovación tecnológica podria agravar el problema de una profesión en crisis, o bien, ayudará a que el redactor pueda ocuparse de otros temas que sí requieren de una labor humana.

2.000 historias por segundo

Algunos medios especializados, como el Digital Journal, señalan que es posible que evite que muchos periodistas profesionales tengan que ocuparse de temas tediosos como "escribir sobre las ganancias trimestrales". Una tarea que puede hacer de forma más competitiva un robot, con su mayor capacidad de precisión y de combinar cantidades superiores de datos.

Asimismo, según informó la agencia de noticias estadounidense Associated Press, existen programas robóticos, como la aplicación Wordsmith de Automated Insights, que pueden publicar un total de 2.000 historias por segundo. Actualmente, Wordsmith ya genera millones de artículos cada semana.

La 'ética' periodística de los robots

Los debates que versan en torno al corporativismo o a la crisis que vive la profesión no son los únicos existentes. Hay otro, más inédito, que trata sobre la ética de los mismos robots: la forma en que estos autómatas recogen los datos puede ir en contra de los derechos de autor.

Uno de los máximos expertos en este campo, el profesor Tom Kent de la Universidad de Wisconsin, escribió en uno de sus últimos artículos publicados en el Centro de ética periodística de la universidad que "el hecho de que la información se obtenga de internet y sea precisa, no necesariamente significa que se tenga el derecho a integrarla en las historias automatizados que se están creando".

La mayoría de avances tecnológicos se ven cuestionados por la legalidad vigente, que debe integrarlos teniendo en cuenta los demás ámbitos con que se enfrentan. El del periodismo robótico es otro caso evidente de ello. Aún está por ver si se impondrá como un oportunidad para reconvertir el oficio del periodista como marca personal --con sus derechos de autor garantizados-- y transformar la profesión sin que necesariamente conlleve su desaparición.