El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) ha empezado la temporada 2013-2014 con Taxi... al TNC!, un espectáculo que rememora las variétés del Paralelo de los años 20 y 30. Sus beneficios revertirán al programa Apropa Cultura, que pretende eliminar barreras sociales y económicas para el acceso a la cultura.
Una forma picante de empezar la nueva dirección de Xavier Albertí en el TNC, que apareció travestido de mujer bajo el seudónimo polaco de Wanda Pitruska. Esta, directora de la nueva Orquesta de las Glorias Catalanas, formada con jóvenes músicos del vecino ESMUC, dijo de forma sugerente "estoy muy contenta de dirigir el TNC porque es algo grande... y a mí me gustan las cosas grandes..." para después saltar al foso y dirigir la citada orquesta.
De entre los 17 espectáculos que se ofrecen en la hora y media que dura la función destacan el protagonizado por Lluís Homar, vestido mitad viejo verde y mitad chica inocente, en El Cap Viu; y la más dramática Carme Conesa, interpretando la vida de una prostituta, en Flor de Vici. También fueron muy aplaudidos los números Viatge deliciós, con la mezzosoprano Claudia Schneider y el tenor Antoni Comas disfrazados de estatuas de la Rambla o el protagonizado por el mago Hausson y Lina Lambert, en un teatro prácticamente lleno en su sala principal.
Dardos contra los recortes del Gobierno autonómico
La picardía, la sorpresa y la música no es lo único que ofrece este gran espectáculo que pone en escena a 73 músicos aunque, eso sí, con trajes y escenarios reciclados para acotar el gasto, pero sin renunciar a la creatividad. De hecho, prácticamente el único atrezzo de la función aparece en el número de Conesa.
También se dispararon dardos envenenados contra los recortes presupuestarios en cultura y se nombraron en Carta al TNC, una misiva fingida de su vecino Auditorio, por boca de Carme Elías, las penurias con sorna que padecen los equipamientos culturales del anillo de las Glorias y a las esperas hospitalarias.
En La Borsa, protagonizado por Alquimistes Teatre, un grupo formado por actores discapacitados psíquicos intelectuales de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) ondearon una pancarta con el lema "Això sí que no" (Esto sí que no) contra los recortes en las ayudas a la ley de la dependencia.
En otro momento de la noche, Jordi Boixaderas, la voz presentadora del espectáculo, pidió a los asistentes, burlándose del manido tema del referéndum independentista, que en breve se les pasaría un papel a los espectadores para que votasen si deseaban que el TNC fuera independiente con las respuestas sí, no, no lo sé o me da igual.
Una vez hecha esta votación, e incluso habiendo votado no a la independencia, se les pasaría a los asistentes otro papel para que votasen por el nuevo nombre del teatro: "Teatro Independiente Nacional", "Teatro Nacional Independiente", "Teatro Nacional de Cataluña Independiente"... Y por último, una última votación para decidir el método de financiación del teatro con las opciones siguientes: "como antes", "como ahora", "ya se buscarán la vida" o "ya veremos". Un dardo en la frente del consejero de Cultura, Ferran Mascarell, presente en la función.