El PP, abierto a garantizar el poder adquisitivo de las pensiones

El PP, abierto a garantizar el poder adquisitivo de las pensiones

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¿Cómo se puede complementar la jubilación?

Los expertos aconsejan planes de ahorro alternativos ante la posibilidad de que el sistema público de pensiones no sea totalmente sostenible

20 marzo, 2017 00:00

La pensión media de jubilación en España ascendió a 1.057 euros durante 2016, lo que representa un incremento del 2,07 % con respecto al pasado ejercicio. Su cuantía media que abarca las distintas clases (jubilación, incapacidad permanente, viudedad y orfandad), alcanzó los 915 euros, con un apreciación interanual del 1,95 %.

Pero ante la posibilidad de que el sistema público de pensiones no sea totalmente sostenible durante los próximos años, son cada vez más las voces autorizadas que aconsejan contar con algún modelo alternativo de ahorro que complemente la jubilación. En cualquier caso, servirá también para que el poder adquisitivo durante la etapa de la jubilación se incremente. Sin verse limitados a los devengos públicos o ante la preocupación de reducirse la pensión durante los próximos años.

Complemento a la pensión 

La estrategia más eficaz para conseguir estos objetivos consiste en ir acumulando un capital todos los meses para complementar la pensión en esta etapa de la vida. No están limitados a un solo formato, sino que pueden elegirse entre diferentes opciones, en función del perfil que presente el ahorrador. En todos los casos, se caracterizan porque a medida que antes se suscriban e impulsen las aportaciones económicas, será mucho mejor para los intereses de los nuevos jubilados. Porque dispondrán de una renta complementaria más potente cuando dejen su actividad profesional.

Porque en efecto, tendrás más dinero en su cuenta corriente a partir de su retiro forzoso. Por ejemplo, si empiezan a ahorrar 2.000 euros anuales desde los 40 años, se habrá acumulado un capital en torno a 50.000 euros cuando cumplan 67 años. La ventaja que tiene este sistema de aprovisionamiento reside en que generalmente es el propio interesado quien selecciona la cuota que irá destinada a esta finalidad. En dependencia de sus ingresos, situación familiar y capacidad de ahorro. Como consecuencia de estas variables, podrá ampliar o disminuir el capital libremente para satisfacer sus necesidades.

Programas para asegurar el futuro

Son varios los formatos que complementan el sistema privado para la jubilación, aunque desde diferentes planteamientos financieros. En donde el tratamiento fiscal será uno de los elementos más relevantes para decantarse por uno u otro. A pesar de la creencia general, no todos los productos financieros garantizan una rentabilidad fija, ya que incluso puede generarse minusvalías si la evolución de los mercados no es la correcta. Para que esta situación no ocurra, se han diseñado una serie de productos que aportan un rendimiento garantizado. Aunque con retornos sobre los ahorros no excesivamente espectaculares que raramente exceden de niveles del 3 %.

Desde este escenario, los trabajadores que piensen en su futuro disponen de una amplia lista de productos que conformarán su complemento a la pensión. Programas de previsión asegurados, planes individuales de ahorro sistemático, seguros de ahorro o incluso fondos de inversión sirven para contar con una bolsa ahorro más satisfacer este requerimiento social. En principio, ninguno es mejor o peor que otros, sino que dependerán de las necesidades de los ahorradores.

Planes de pensiones: el más clásico de todos

Siempre se puede ahorrar de forma individual para llegar a esta situación. Pero con un grave inconveniente como es la pérdida de valor del precio del dinero con el paso de los años. Como consecuencia de los efectos de la inflación, que durante el mes de enero se ha elevado hasta el 3 % a causa del encarecimiento en los precios de la luz y la gasolina. La repercusión más importante sobre los ahorros es que perderían poder adquisitivo cuando se utilizasen.

Desde esta perspectiva, la mejor solución pasa por la contratación de un modelo de ahorro que dote de liquidez a los jubilados. Uno de los preferidos por buena parte de la población son los planes de pensiones. Su principal aportación reside en que las aportaciones están sujetas a desgravaciones en la declaración de la renta. Además, contempla diferentes para recuperar el dinero: como capital, renta vitalicia o combinando ambas opciones.

Se trata de un producto muy flexible que permite seleccionar el tipo de inversión. En renta variable, fija o incluso desde planteamientos alternativos. Sin asegurar rentabilidad alguna ya que depende de las variaciones de los mercados financieros. También afecta a las aportaciones ya que propicia mayor libertad para elegir su cuantía. Hasta el punto de posibilitar que algún año no se formalice ningún pago, como consecuencia de la dificultad económica de las familias.

Planes de ahorro sistemáticos o seguros de ahorro

Otra solución está representada por los planes individuales de ahorro sistemático. Más conocidos como PIAS y que se constituyen en un modelo que combina los planes de pensiones y los seguros. Se trata de un sistema de ahorro a medio y largo plazo que se basa en asegurarse una renta vitalicia, mientras se pagan las primas todos los años para ir acumulando un capital que sirva de complemento a la pensión pública. Si se percibe como renta vitalicia, está apoyado fiscalmente porque estará exento de tributación. Siempre que hayan trascurrido diez años desde la primera aportación. De todas formas, permite que pueda rescatarse en cualquier momento, tanto en operaciones parciales como totales.

Los seguros de ahorro es una concepción para llegar a la jubilación en mejores condiciones económicas. Bajo una mayor flexibilidad en su gestión que se materializa en generar un rendimiento garantizado por medio de una rentabilidad a plazo fijo, en torno al 2,50 %. A través de aportaciones más asequibles que otros productos de similares características. Desde las que se impulsa una bolsa de ahorro más potente si se realizan con cierta anticipación.  Por otra parte, no tributan hasta que se recupera el dinero. Con la opción de rescatarlo en cualquier momento y situación, sin ninguna clase de penalización.