Imagen de archivo de la planta de Torraspapel en Montañana (Zaragoza) / CG

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Confidente VIP

Torraspapel refinancia sus deudas

La empresa está controlada ahora por sus tenedores de bonos

1 mayo, 2020 00:00

La histórica compañía papelera Torraspapel ha logrado refinanciar sus pasivos. Así lo establece un auto del Juzgado Mercantil número 1 de Madrid, que da cuenta de la homologación del acuerdo firmado por la compañía con sus acreedores financieros.

El pacto ha implicado a la compañía matriz Torraspapel. También quedan sujetas a él sus filiales Cogeneración Sant Joan y Cogeneración Motril, titulares de las plantas de generación eléctrica que abastecen sus fábricas de Sant Joan Les Fonts (Girona) y Motril (Granada). Por último, la homologación se extiende asimismo a la firma comercial Torraspapel Distribución.

Emisiones de bonos

La resolución dictada por el Mercantil número 1 de Madrid da luz verde a un convenio que firmaron el grupo papelero y sus acreedores el 31 de enero pasado, tras muchos meses de negociaciones.

Dicho pacto ha supuesto que el consorcio inversor CVC, hasta ahora propietario de Torraspapel, cede el control de la compañía y sus filiales a los fondos especulativos que acaparan el grueso de las emisiones de bonos lanzadas por la papelera para captar financiación.

Veinte años de CVC

Los fondos se avienen a condonar un tercio de la deuda viva y  capitalizan los dos tercios restantes. En consecuencia, renuncian a cobrar 200 millones de deuda, pero a cambio toman el control absoluto de Torraspapel.

CVC ha dominado la compañía de origen catalán durante veinte años, un plazo larguísimo para operaciones de este género.

Reconversión industrial

El grupo inversor ha tratado de vender la empresa en varias ocasiones e incluso estuvo a punto de sacarla a bolsa y propinar un pelotazo considerable. Pero todos los intentos acabaron en fracaso debido a los malos resultados que venía registrando el negocio papelero.

A CVC no le quedó otro remedio que pechar con la gestión. Acometió una profunda reconversión industrial, que implicó el cierre de varias fábricas deficitarias y el despido de centenares de empleados. También aportó copiosas inversiones a los centros fabriles más eficientes y rentables.

De la familia Torras a KIO

Torraspapel tiene a sus espaldas 300 años de historia. Cuenta con un parque fabril de cinco instalaciones en Sant Joan Les Fonts, Zaragoza, Almazán (Soria) y Leiza (Navarra), más dos factorías en el extranjero por medio de la francesa Condat y la italiana Cartiere del Garda.

Las ventas del grupo se cifran en 1.500 millones de euros anuales.

El germen del grupo fue la compañía gerundense Torras Hostench, fundada por la familia del mismo apellido. Esta firma cayó bajo control del financiero Javier de la Rosa en los años ochenta.

La erigió en el mascarón de proa del grupo kuwaití KIO y fue la cabecera del conglomerado empresarial que articuló a velocidad vertiginosa.

CVC compró Torraspapel a KIO en 1999 por 300 millones. Ahora el fondo pierde toda su inversión, da un paso al lado y le cede la propiedad a los grupos de “hedge funds”.

La presencia de estos tiene fecha de caducidad. A la primera oportunidad que surja, los fondos darán el pase de Torraspapel al mejor postor.