Romagosa Automóviles acaba sus días en un descalabro
La empresa insta el concurso de acreedores, tras liquidarse las principales firmas del grupo
17 octubre, 2019 00:00La compañía Romagosa Automóviles ha promovido un concurso de acreedores que recae en el Juzgado Mercantil número 8 de Barcelona, según ha podido saber Crónica Global.
Los accionistas de la empresa acordaron hace tres años iniciar los trámites para liquidarla. Por este motivo, el propósito del expediente suspensorio no es otro que someter a la autoridad judicial el cierre ordenado de la sociedad.
Cadena de liquidaciones
Esta entidad forma parte del grupo Romagosa, un conjunto de concesionarios que vivió épocas de esplendor en tiempos pretéritos. Los malos resultados cosechados y una gestión mejorable llevaron al grupo a un callejón sin salida.
Los propietarios decidieron en 2013 liquidarlo. De esta forma acabaron sus días Romagosa Motor, Megacar Barcelona, Blaucar Automoción, Stevenson Romagosa Automóviles y Romagosa y Compañía.
Compañía 'holding'
Tras el cierre, solamente quedaban en pie dos corporaciones: Romagosa Automóviles, ahora en concurso de acreedores; y la holding del conglomerado, titulada Stevenson Romagosa y Compañía. Componen el consejo de administración de esta última Juan Romagosa Llovet, Blanca Romagosa de Caralt y Ana Romagosa Danés.
Stevenson Romagosa y Compañía posee un patrimonio neto de 5 millones. Experimentó algunos problemas de impagos con las administraciones públicas en 2015, 2018 y 2019.
Este grupo empresarial familiar no tiene relaciones de parentesco o comerciales con otra red de concesionarios, propiedad de otra saga Romagosa. Ésta vende automóviles Nissan, Isuzu, Ford, Mazda, Suzuki y Honda, por medio de las empresas Romauto, Romacar, Romakuruma y Roma Motor.
El grupo está dirigido por Enric Romagosa Lluch. Gestiona una veintena de concesionarios en Barcelona capital, Baix Llobregat y Maresme, y se desenvuelve sin mayores problemas. Sus ventas anuales rebasan los 120 millones.