Abercrombie y Hollister, la textil de moda en el mundo, tropieza en el mercado español
Abercrombie & Fitch, una referencia de moda joven en Europa, ha contagiado a la filial española la mala racha que atraviesa la multinacional textil. Las ventas de la casa bajaron en 2015 por vez primera desde su llegada a nuestro país en 2010. La cifra final quedó en 40,7 millones, con un retroceso de casi el 12% respecto de los 46,2 millones del año anterior. El flujo de caja se situó en 5,9 millones. El beneficio final cayó de algo más de 1 millón a 194.000 euros.
Abercrombie explota dos cadenas. Una es Hollister, destinada al público adolescente y de precio más económico, que posee una docena de establecimientos en España. Fue la primera marca del grupo que abrió tiendas en la península Ibérica. El estreno acaeció en el centro comercial La Maquinista de Barcelona, en el verano de 2010. Esos establecimientos resultan singulares en especial por su disposición, la selección de personal y la musica que siempre acompaña la compra.
La otra cadena se titula Abercrombie & Fitch. Su primera y por el momento única tienda en el país se inauguró en Madrid, a finales de 2011, tras varios años de retrasos porque no encontraba el local idóneo.
Cambio de estrategia en Abercrombie
La filial española depende de una sociedad holding del grupo ubicada en Suiza y escritura unos recursos propios de 25,5 millones.
La multinacional posee en EEUU un total de 430 tiendas Hollister y 250 Abercrombie & Fitch. Desde hace un par de años la marcha de la compañía no es satisfactoria. La dirección ha tenido que cambiar de estrategia comercial, reposicionar las marcas y ha realizado cambios en la cúpula directiva, a fin de frenar la caída de las ventas. Éstas se cifraron el último ejercicio en 3.200 millones de euros, con baja de un 6%. El grueso del retroceso se concentra en Abercrombie, mientras que Hollister mantiene el tipo.