Prendas de la marca Lou, del Grupo Lacelier Igualada
Quiebra la histórica firma catalana de lencería Lacelier (ex Vanity Fair)
Es sucesora del gigante textil Vives Vidal Vivesa, fundado en el siglo XIX, y vende las marcas de prendas íntimas Belcor, Bestform, Gemma y Lou
21 junio, 2024 00:00El añejo sector textil catalán suma una baja relevante. La compañía Lacelier Spain, con sede en Igualada, ha suspendido pagos y va camino del desguace. El Juzgado Mercantil número 2 de Barcelona ha declarado el concurso de acreedores e interviene las operaciones societarias. Esta pertenece al fondo inversor fondo francés Perceva.
Lacelier se encarga de la distribución en la península Ibérica de las marcas de lencería y bañadores para mujer Belcor, Bestform, Cherry Beach, Gemma, Lou y Variance.
Agujero contable
Su matriz Lacelier Europe, con sede en el mismo municipio, entró en quiebra tres años atrás. Despidió al centenar de empleados que quedaban en plantilla y ahora el juzgado acaba de ordenar su liquidación.
El balance confeccionado por el administrador concursal arroja un fuerte descuadre. El activo realizable suma solo 1,8 millones, mientras que las deudas suben a 17,7 millones.
Conglomerado en la UE
Lacelier Europe posee subsidiarias en España, Portugal, Alemania, Bélgica y Reino Unido. La española acaba de quebrar y las restantes van a correr la misma suerte en sus respectivos países.
El desempeño de Lacelier Europe durante el último cuarto de siglo ha sido calamitoso. En dicho periodo sus ventas languidecieron a marchas forzadas y, además, registró unas pérdidas que superan los 130 millones.
Trayectoria secular
El grupo Lacelier es sucesor de un consorcio textil catalán muy antiguo. Hunde sus raíces hasta finales del siglo XIX, cuando la familia Vives Vidal monta en Igualada un modesto taller para fabricar ropa interior destinada a las mujeres. Con tal fin constituyó la sociedad Vives Vidal Vivesa. Corriendo el tiempo, el pequeño taller de hilatura y tejeduría devino un gigante fabril, que se aupó a uno de los primeros puestos del ramo.
Condena tributaria
En 1992, el propietario José Vives Vidal y otros parientes cercanos vendieron sus industrias textiles y las marcas a la multinacional norteamericana Vanity Fair Corporation, en un soberbio pelotazo de 154 millones de euros.
Los asesores del empresario recurrieron a la alta ingeniería para escamotear al máximo la factura fiscal. Pero la Agencia Tributaria descubrió el enjuague. En 2003 el Tribunal Supremo propinó a Vives 14 años de cárcel por delito fiscal.
Cambios de manos
Vanity Fair traspasó en 2010 el negocio a la compañía de su mismo país Fruit of the Loom. Ésta lo cedió cinco años después al fondo francés Perceva, que desde entonces es el dueño único. En su nombre, Laurent Pfieffer y Phillip Jean Alain Natrella ejercen de administradores de Lacelier Spain y Lacier Europe.
