La familia Puig Arderiu se adjudica las carnicerías Torrent

El traspaso incluye una decena de tiendas de derivados cárnicos de alta calidad, situadas en la comarca del Vallès. Entre otras plazas, cuenta con establecimientos en Granollers, Santa Eulàlia de Ronçana, Canovelles, Les Franqueses del Vallès y Lliçà d'Amunt.

Dependencias centrales

El lote también comprende las instalaciones centrales de l’Ametlla del Vallès, donde se elaboran los derivados cárnicos que abastecen su red comercial y otros puntos de venta externos. Dichas dependencias suman 2.000 metros cuadrados. Albergan una sala de despiece, centro de elaboración y almacén.

Arts i Sans Horeca, dirigida por Miquel Puig Arderiu, mantendrá los 34 empleados que tiene Carns Torrent i Bonet.

Deudas bancarias y laborales

La operación se ha valorado en 1,7 millones. El comprador asume deudas financieras por valor de 1,1 millones, derivadas de leasings y préstamos hipotecarios. También afrontará una deuda de 93.000 euros contraída con la Seguridad Social y 436.000 euros de pasivos laborales.

A la puja se presentaron asimismo Comercial i Carns York y Grup Alimentari Disteco, pero finalmente retiraron sus ofertas.

El abogado Juan Manuel Abia Gurtubay, que ha asesorado a Arts i Sans Horeca en la transacción, declaró a Crónica Global que el trasvase completo de Torrent i Bonet supone el salvamento de la totalidad de los puestos de trabajo. Además destacó la rapidez del proceso, pues el concurso de acreedores se ha ventilado en apenas tres meses.

Orígenes

Carns Torrent i Bonet, cuyos orígenes se remontan a los años cincuenta, presentó la suspensión de pagos en marzo último.

La familia Puig Arderiu se dedica a los elaborados cárnicos desde 1934. Su empresa Carns i Viandes de Canovelles radica en la población que le da nombre. Vende aves y caza, cerdo, ternera, cordero, cabrito, embutidos y quesos con la marca Arderiu.

El giro anual ronda los 5 millones. Con la incorporación de Carns Torrent i Bonet añade a su negocio unos ingresos de 6 millones.