El beneficio de la textil Murtra cae un 79%

La evolución de la cifra de negocio tampoco fue positiva, debido sobre todo al descenso del mercado nacional. Los 79,7 millones de 2017 se transforman un año después en 78,6 millones.

Murtra es una compañía sobre todo exportadora. Sus ventas en España se desplomaron el pasado año de 32,9 a 22 millones. Este retroceso se compensó en parte con la favorable marcha de los envíos internacionales, que subieron de 46 a 56 millones en números redondos.

Cortinas y cintería

Industrias Murtra desarrolla dos actividades principales. Por un lado, la fabricación y comercialización de productos para la decoración del hogar, tales como cortinas, barras de cortinas y otros accesorios. Y por otro, la producción de hilo para autoconsumo, redes, cintas de cortinas y eslingas de elevación y trincaje.

Estos artículos se destinan a una variada gama de sectores. Los más relevantes son la automoción y el industrial, que aportan la mitad de las ventas. También destacan el sector de la decoración, el hospitalario y la confección. La plantilla de la casa asciende a 566 personas.

Ajuste del pasivo

Murtra ha reestructurado sus deudas bancarias tres veces en los últimos años. La primera fue en marzo de 2013. La segunda dos años después. Y la última en diciembre de 2017. Los vencimientos se han dividido en dos tramos.

Uno de ellos concluye en 2028 y otro en 2024, con tipos nominales respectivos del 2,95% y 2,85%. Tales acuerdos suponen dotar a Murtra de de estabilidad económico-financiera para los próximos tiempos.

El pasivo bancario de la compañía asciende a 32 millones. Los fondos propios suman 31 millones. Murtra dispone de filiales en Italia, Suecia, Túnez y Méjico.

Historia movida

Industrias Murtra, con sede en Granollers, se fundó en 1897 por iniciativa de Ramón Murtra Segi, para fabricar cintas para caballerías. Justo 90 años después, es decir, en 1987, sus descendientes vendieron la empresa al grupo británico Marling por unos 9 millones de euros.

En aquella época Murtra atravesaba el mejor momento de su trayectoria. A petición de los ingleses, Evaristo Murtra, bisnieto del fundador, se mantuvo al frente de la compañía. Los años siguientes, hasta 1990, continuaron siendo prósperos.

Repliegue

Pero a partir de 1991 se comenzaron a notar en Europa los efectos de la crisis. El giro de Murtra descendió. Las cuentas de explotación empezaron a registrar pérdidas. A finales de 1991, Evaristo Murtra presentó la dimisión, para dedicarse íntegramente a sus negocios particulares.

Los vientos adversos se cebaron también en Marling. A comienzos de 1992 el grupo acordó desprenderse de sus inversiones en España. Entabló conversaciones con varios posibles compradores, entre ellos, los ex propietarios de Murtra.

Vuelta con un negocio redondo

Por fin, en julio de 1993 recayó acuerdo y se formalizó la venta a favor de la familia Murtra. Las prisas de Marling por deshacerse de la empresa catalana debían ser muy apremiantes.

La devolvieron a la familia Murtra por sólo 4,5 millones, con insólitas facilidades de pago de hasta 20 años, con dos de carencia y sin interés.

Casi de inmediato, los británicos manifestaron interés por quedarse con una parcela de los negocios de la casa, los cinturones de seguridad para automóviles, en la que ellos ocupaban fuertes posiciones.

Los Murtra aceptaron la propuesta, no sin conseguir que Marling les condonase los 4,5 millones comprometidos y aún les abonase una propina en metálico de medio millón. En resumen, la operación de rescate no sólo no les supuso desembolso alguno, sino que aún cobraron algún dinero. Evaristo Murtra sigue hoy presidiendo la compañía.