Grupo Armacentro: quiebran 28 empresas en Madrid
La sociedad matriz del conglomerado perdió el año pasado 353 millones de euros
29 mayo, 2018 00:00El Juzgado Mercantil número 1 de Madrid ha declarado el concurso de 28 compañías de Grupo Armacentro.
Este conglomerado empresarial tiene el cuartel general en Camarma de Esteruelas (Madrid) y está dirigido por Javier Ayora Bruix y Eduardo Trijueque Rodríguez. Se dedica al sector de la promoción inmobiliaria y la construcción. En este último, su especialidad son las armaduras pasivas de acero para hormigón estructural, conocidas en el sector como ferralla.
Repertorio societario
Entre las empresas que han llevado sus libros contables al juzgado son de citar Armacentro, Armaduras del Sur, Armalla, Corberá de Promociones Mediterráneas, Global Omans Investments, I tek Global Ferrallas de Acero, I Tek Inversiones y Sistemas, Palamós de Desarrollos Urbanos, Promociones Euro Forum, Promolux Real Estate y Teksitrans. También hay dos cuyo domicilio se encuentra en la Diagonal de Barcelona, tituladas El Pont de Desarrollos Urbanos y Promhogar Mediterráneo.
I Tek Inversiones y Sistemas es la sociedad de cabecera del grupo. El activo de esta compañía se cifra en 63 millones de euros. Las deudas alcanzan los 150 millones.
Negociaciones interminables
I Tek Inversiones tiene suministrados numerosos créditos a su parque de filiales. Debido al deterioro de éstas, el año pasado I Tek sufrió unas pérdidas de 353 millones, resultado que deja sus fondos propios en un abultado saldo negativo de 153 millones. Los agobios financieros del grupo vienen de lejos. Se iniciaron en 2012, cuando I Tek Inversiones y Sistemas suscribió su primer acuerdo de refinanciación con las entidades financieras. Para ultimarlo, los bancos exigieron una aportación de los socios de 120 millones. Un año después, en plena crisis inmobiliaria, el mercado se había deteriorado sobremanera y el grupo volvió a pedir a la banca plazos más cómodos. Pero no hubo acuerdo e I Tek instó preconcurso. Por fortuna poco después cerró con los acreedores la reestructuración del pasivo.
En 2015, un nuevo convenio. Se convirtió deuda financiera en un préstamo participativo. Y, finalmente, en 2016 hubo de acordar con la banca el enésimo ajuste de sus deudas. El grupo mantuvo largas negociones para vender una participación a un fondo especializado en compañías en crisis, pero en el último momento el salvador se retiró.