Joan Molins (i), presidente de Cementos Molins, Julio Rodríguez (c), consejero delegado de la cotizada, y Carlos Martínez (d), responsable financiero / CG

Joan Molins (i), presidente de Cementos Molins, Julio Rodríguez (c), consejero delegado de la cotizada, y Carlos Martínez (d), responsable financiero / CG

Business

Cementos Molins invierte 350 millones fuera de España

La cotizada estima que la mayor producción internacional tendrá un retorno del 20% en los ingresos anuales

8 mayo, 2017 18:59

Cementos Molins dará un impulso los próximos tres años a sus negocios internacionales. La compañía de la familia Molins movilizará 350 millones de euros para cubrir las inversiones anunciadas en tres países: Colombia, Argentina y Bangladesh. Estima que el retorno implicará ingresar el 20% más anual en 2019. 

Por el momento se centran en estos tres territorios, aunque el consejero delegado, Julio Rodríguez, afirma que tienen otros proyectos en cartera. “Analizamos de forma continua las oportunidades del mercado”, ha declarado en un encuentro con la prensa tras la junta de accionistas.

Negocio internacional

Estiman que la construcción repuntará en España. El consumo de cemento se ha consolidado en los mínimos de 2012 --aunque la media alcanzó los 1.239 kilogramos por habitante en 2007, por encima de la de Arabia Saudí y lejos de los 247 kilogramos de 2015-- y esperan un avance, aunque no implicará por ahora grandes inversiones en el país. Los ingresos obtenidos en territorio nacional ya solo supusieron el 30% del total del resultado de la cotizada en 2016 y el 6% del beneficio bruto.

Cementos Molins es ahora un grupo que obtiene sus ganancias en México (59%), Argentina (18%), Bangladesh y Túnez (7% cada uno de ellos). España (6%) y Uruguay (4%) tienen un peso menor en la sociedad. Y en el futuro inmediato se diluirá más el peso del mercado nacional a la cuenta de resultados del grupo.

Nueva planta en Colombia

Tras alcanzar un pacto con la familia Echavarría, los ricos colombianos dueños de Corona, han iniciado el movimiento de tierras para construir la nueva factoría en Río Claro. Tendrá una capacidad de 1,4 millones de toneladas de cemento y entrará en funcionamiento en el primer trimestre de 2019.

Sólo esta planta movilizará 370 millones de dólares (338 millones de euros al tipo de cambio actual), pero el coste se repartirá entre los socios. Cementos Molins sostiene su presencia internacional con acuerdos con partners locales que les facilitan el “conocimiento del país”, en palabras de Rodríguez. También se apuesta por las alianzas territoriales con multinacionales que son rivales en otras geografías, aunque en ambos casos se mantiene una posición de control en el capitán.

Para esta operación en concreto, Cementos Molins movilizará 90 millones de euros. Tiene comprometidos otros 100 millones con el banco, según el responsable financiero de la compañía, Carlos Martínez.

Argentina y Bangladesh

El impulso del negocio en Argentina será en dos focos. Se ampliará la planta de Olvarría, que estará a pleno rendimiento en el último trimestre del año en curso, y se realizará una renovación integral de la factoría de San Luis, una de las más viejas de la compañía. Se prevé reinaugurar en verano de 2019. El presupuesto es de unos 219 millones de dólares (200,4 millones de euros). 

Bangladesh será otra de las zonas en las que se invierte, en este caso de la mano de Lafarge. Ambos socios han anunciado la compra de tres moliendas de Holcimi en el territorio que darán carpetazo a la saturación de la cementera que explotan en el país. La cúpula de Cementos Molins considera que es una zona con gran capacidad de expansión por sus 100 millones de habitantes y sus necesidades de infraestructuras.

Control del apalancamiento

Este plan se ejecutará con recursos propios y mediante el apalancamiento bancario controlado. La máxima de la cotizada es que la deuda nunca supere por dos veces el beneficio bruto anual.

Esta ratio se situó en el 1,1x al cierre de 2016 y Cementos Molins tiene como objetivo consolidarla. Joan Molins, presidente del grupo, afirma que deben ser conservadores por la experiencia sectorial. “Algunas empresas han pecado en el pasado y han tenido problemas”. Quieren evitar que este sea su caso.