Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) / EP

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) / EP

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El BCE impulsa megafusiones para que la banca resista la competencia de Amazon y Google

El banco emisor promoverá campeones nacionales y fusiones transfronterizas ante la amenaza de que los gigantes tecnológicos estadounidenses den la puntilla al sector financiero en la zona euro

13 septiembre, 2020 00:00

El Banco Central Europeo (BCE) está plenamente convencido de que ha llegado el momento de la consolidación en el panorama financiero de la zona euro, en el que ejerce como emisor y regulador. La entidad está dispuesta a impulsar operaciones como la fusión de Caixabank y Bankia, que cuenta con todos sus parabienes, con el fin de crear gigantes europeos del sector. Como telón de fondo aparece el riesgo que comporta para el sistema la baja rentabilidad de las entidades pero también la próxima batalla que van a tener que afrontar: la encarnizada pelea con el sector tecnológico norteamericano, que ya está sentando sus reales en el ámbito de la banca.

El proceso de consolidación del sector financiero en Europa no ha hecho más que empezar. Las intenciones del BCE pasan por promover operaciones corporativas que den lugar a entidades con una solvencia a prueba de bomba. No se trata sólo de que puedan resistir en un escenario continuado de tipos de interés históricamente bajos, que la crisis del coronavirus amenaza con extender sine die, sino de reforzar su resiliencia con vistas a futuras crisis.

Ganar tamaño

La fusión de Caixabank y Bankia creará, en el caso de salir adelante, el mayor banco de España por volumen de activos, unos 650.000 millones de euros. Para el BCE supone un primer paso pero, ni mucho menos suficiente. El escenario ideal que contempla la entidad reguladora es que el banco resultante pudiera acometer en el menor tiempo posible una nueva operación de este tipo para incrementar su tamaño y que, en paralelo, el resto de grandes grupos financieros hiciera lo mismo.

El organismo que preside Christine Lagarde está dispuesto a promover fusiones transfronterizas, como la única posibilidad de crear entidades de un tamaño suficiente para abordar el próximo desafío: resistir la competencia del sector tecnológico, que saldrá, si cabe, mucho más reforzado de la crisis generada por la expansión del Covid-19.

La amenaza de los GAFA

La amenaza de los llamados GAFA (acrónimo formado con las iniciales de los gigantes tecnológicos norteamericanos Google, Amazon, Facebook y Apple) no es ni mucho menos nueva. El sector financiero la detectó hace unos años, hasta el punto de que le ha obligado a acelerar una transformación digital que había emprendido en su día pero sin demasiadas prisas.

Ahora, el problema no reside tanto en la adaptación de la banca tradicional al mundo digital, sino la competencia directa en el negocio financiero que las grandes tecnológicas ya están implementando.

La clave de los datos

La idea del BCE es que si en el actual entorno de tipos de interés cero, que ha sido capaz de ensamblar dos crisis consecutivas, las entidades no tienen más remedio que buscar compañeros de viaje para asegurar su viabilidad, el factor añadido de una competencia que, además, emplea armas que maneja a la perfección (no en vano, las ha inventado) les sumirá en problemas muy graves.

“Uno de los problemas de la banca actual frente a las grandes tecnológicas es que éstas van muy por delante en aspectos considerados claves, como el manejo de datos de los clientes. Gigantes como Amazon o Google cuentan desde hace mucho tiempo con un volumen de información sobre sus usuarios que los bancos llevan mucho tiempo recopilando y que, incluso aún, no saben exactamente cómo deben interpretarla”, apuntan desde una gran consultora internacional.

Redes gigantescas

No es el único dato que señala la desigualdad de la batalla. Sucede lo mismo con el tamaño de las compañías. Empresas como Amazon y Apple cuentan con una capitalización bursátil superior a 1,5 billones de dólares (en el caso de la segunda, llegó a superar hace unas semanas los dos billones de dólares). Conjuntamente, superan el PIB de Alemania, la primera economía de Europa. “Y además, si hablamos de redes comerciales, el modelo actual de los bancos jamás podría ni acercarse a las de los GAFA, con cientos de millones de usuarios repartidos por todo el mundo y, además, con un coste mínimo”, apunta la citada fuente.

En Italia, el Gobierno trata de encontrar una solución a la española para el Monte dei Paschi di Siena, que tiene una situación similar a la de Bankia, después de que en la pasada crisis tuviera que ser rescatado por el Estado transalpino que, desde entonces, cuenta con una participación mayoritaria en una de las entidades financieras más antiguas de Europa, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII.

El destino del Sabadell

El Ejecutivo que lidera Giuseppe Conte ha valorado positivamente la opción española y trata de imitarla, también con el respaldo del BCE. Son unos primeros pasos para explorar un camino a recorrer en el que la tradicional banca europea parte en clara desventaja.

Tras la operación Caixabank-Bankia, todas las miradas se dirigen a Banco Sabadell y la posibilidad de una transacción similar, en este caso con BBVA como protagonista. Un posible paso que, en ningún caso, será el último y en el que las posibilidades de que intervenga un actor situado más allá de las fronteras españolas aumentan con el paso del tiempo.