La rotonda y la fachada modernistas de la Torre Andreu de Barcelona.

La rotonda y la fachada modernistas de la Torre Andreu de Barcelona.

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Así es la torre modernista en la que Núñez y Navarro se ha gastado 70 millones

Las obras de rehabilitación de 'La Rotonda' en Barcelona han durado seis años y estarán listas a finales de septiembre

7 julio, 2016 13:10

Las obras de rehabilitación de la Torre Andreu, conocida como La Rotonda entre los barceloneses, terminarán a finales de septiembre. El Grupo Núñez y Navarro, que compró la propiedad en 1999, ha invertido 70 millones de euros en una reforma del edificio modernista que ha durado seis años.

La finca albergará oficinas, locales y cinco plantas de aparcamientos subterráneos de alquiler. Situada en la zona alta de Barcelona, en el cruce entre paseo de Sant Gervasi y la avenida del Tibidabo --junto al punto de partida del Tramvia Blau, La Rotonda cuenta con casi 11.000 metros cuadrados y cinco plantas. Las tres inferiores se han conservado de la construcción inicial, mientras que la cuarta y la quinta se añadieron posteriormente.

El interior de la torre Andreu, todavía en obras, que se destinará a oficinas.

Conservación de elementos modernistas

Este jueves se han retirado las lonas que cubrían la fachada y la característica rotonda que corona el edificio. Ésta es la única parte modernista original que se ha conservado, junto a la fachada. El resto, ha sufrido cambios desde su construcción a principios del siglo pasado, cuando albergó el histórico hotel Metropolitan y la clínica Rabassa. Las vigas y pilares originales de los pisos inferiores también se han rehabilitado.

La rotonda de la torre Andreu de Barcelona, vista desde la azotea del edificio.

El proceso de reconstrucción de Núñez y Navarro se ha desarrollado pese a la oposición de algunos vecinos. Las quejas se referían fundamentalmente a la destrucción de algunos elementos modernistas y a la creación de los aparcamientos subterráneos. El plan urbanístico incluso llegó a los juzgados, con una resolución que prohibía derribar parte del edificio, tal y como preveía el proyecto inicial.