Primera condena judicial por el intento de asalto nacionalista a las ambulancias en España. Directivos de Cataluña y País Vasco planearon la creación de una gran empresa catalanovasca de transporte sanitario, pero el proyecto ha terminado en condenas de cárcel por, según la justicia, "vocación predatoria" de la histórica DYA vasca.
Y es que el castigo judicial al vasco Fernando Izagirre y al catalán Juan Diego Gallardo por apropiación indebida y falsedad contable reprocha su gestión en la DYA de Vizcaya, donde extraviaron 2,9 millones de euros, y es también un triste colofón al fallido proyecto de crear un operador de traslado de pacientes que fuera periférico.
Una empresa vinculada al PNV y CiU, acuartelada entre Bilbao y Barcelona, y que orillara a Madrid.
Fernando Izagirre, exsocio de Juan Diego Gallardo en DYA y Can Padró
Parque de Martorelles
Esa idea no era nueva. Gallardo, un empresario-aventurero de Caldes de Montbui (Barcelona), sobrevoló el mundo de las emergencias desde mediados de los años 2000, cuando impulsó la creación de un estrafalario parque de socorro y auxilio de catástrofes en Martorelles.
Ese primer proyecto municipal, pagado al calor de la fiebre del ladrillo, terminó en impagos y el rescate integral por parte de la Generalitat de Cataluña en 2004.
Concurso de 2006
El directivo no se amilanó y puso lo ojos en otro hito: el concurso de transporte sanitario de Cataluña de 2006, que pilotó el Govern del entonces primer tripartito de PSC, ERC e ICV-EUIA. Gallardo acudió con Ambulancias Barcelona, una empresa histórica.
No logró ganar ningún lote. Quizá por ello, el directivo buscó suerte en otros sectores.
David Madí, durante un registro con la Guardia Civil en el marco de la causa Voloh
Posible 'conseller' de Interior con Mas
Gallardo quiso prosperar con, entre otros activos, su fama de buen gestor de emergencias. En ese clima, el primer Ejecutivo autonómico de Artur Mas (CiU) en 2010 le sondeó como conseller de Interior. El intento no cuajó, y Gallardo siguió desbrozando su camino en el sector privado.
Pero prueba de sus buenas relaciones con el entorno convergente es que fue Gallardo quien condujo a la empresa de transporte sanitario Ambulancias Egara al despacho de David Madí en el paseo de Gracia de Barcelona, como avanzó Crónica Global.
Esa reunión terminó de dos maneras, según las partes. En voz de Madí y Gallardo, en una oferta de compra frustrada, que no se consumó. No tuvo continuidad, tercian. Según otras voces, como la de Carlos Simón, uno de los dos herederos de Ambulancias Egara, en la compra subrepticia de la empresa a cambio de la promesa de lotes en el próximo concurso de transporte sanitario de Cataluña, el previsto para 2014.
Esa declaración de Simón, entre otras pruebas, nutre una pieza separada del caso 3% que se instruye en la Audiencia Nacional. Se busca presunta corrupción en, precisamente, las ambulancias catalanas, algo que Madí y Egara niegan tajantemente.
El juez Santiago Pedraz, titular de la sala 5 de la Audiencia Nacional, que instruye el 'caso ambulancias'
PNV, CiU y la seguridad
En cualquier caso, además de su labor de fixer, Gallardo continuó desarrollando intereses en el sector privado. En 2009 creó la empresa Intelligence Business Partners, de inteligencia corporativa, y el mismo año, se asoció con Fernando Izagirre, entonces coordinador general de la DYA en Vizcaya y concejal peneuvista en Galdácano (Vizcaya).
El dúo sintonizó y asumió la gestión del recinto de Can Padró, una ciudad de la seguridad y emergencias situada en Castellbell i el Vilar que había creado el exespía del CESID Fernando San Agustín en los años 80.
Para ello, el catalán y el vasco firmaron un subarriendo con Eulen, multinacional propietaria del complejo. La pareja nombró como director del proyecto a Juan Pérez Arteaga, inspector jefe de la Policía Local de Parets del Vallès y aún formador en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)
Esa designación no era menor. Además de campo de entrenamiento de bomberos y sanitarios, Can Padró había formado a policías, inteligencia --nacional y exterior-- y jefes de seguridad de empresas. Ello, aprovechando sus instalaciones --como una galería de tiro-- en las que se escondieron, en épocas diferentes, dos topos de ETA y Terra Lliure, Mikel Lejarza El Lobo y Txema Aloy, como explicó Crónica Global.
¿El plácet israelí?
Esa guerra de intrigas no era ajena al joven Gallardo. Can Padró había sido utilizado también como campo de entrenamiento por operativos del gigante de seguridad e inteligencia israelí International Security & Defense Systems (ISDS). Desde algunas instancias se insiste en que el catalanoandorrano se presentaba como delegado de la firma hebrea en Cataluña y que ISDS era, entre bambalinas, el auténtico pagador del proyecto de reconversión de Can Padró.
Él, en conversación con Crónica Global, siempre lo ha negado.
Xavier Martorell, ex alto cargo de CiU recolocado en México
Otras voces corroboran el vínculo Gallardo-ISDS y lo enmarcan con los intentos del primer gabinete de Mas de congraciarse con la inteligencia israelí para explorar alianzas comerciales y, quizá, apoyo político, diplomático y operativo a una eventual tentativa independentista. Utilizando, para ello, el Cesicat, antecedente del actual Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), como explicó este medio.
El plan de trabajo del Cesicat para contactar con Israel
Y asiéndose también de Xavier Martorell, exdirector general de Prisiones y los Mossos d'Esquadra, ex jefe de Seguridad del FC Barcelona y exconcejal en Sant Cugat del Vallès, ciudad-feudo de CiU, ahora Junts.
Martorell vive y trabaja ahora en México, donde se mudó al estallar un escándalo sobre supuesto espionaje a dos concejales de la localidad por medio de una agencia de detectives.
El gran proyecto de ambulancias
Gallardo reniega de este universo y ha enfriado siempre la teoría de su supuesta labor en el campo de la seguridad. El ahora condenado defiende reiteradamente que centró únicamente Can Padró en la formación de bomberos y sanitarios. Tenga que ver o no, fue en este recinto --ahora en venta por cuatro millones de euros-- donde se soñó con la creación de una gran empresa de transporte sanitario que cabalgara entre Bilbao y Barcelona.
Para ello se creó una DYA Cataluña y la agrupación de interés económico (AIE) Emergencias Plus. Ese doble ticket de oenegé y empresa debía acudir al siguiente concurso de transporte sanitario catalán, previsto para 2014. Era la licitación soñada para resarcirse del fracaso de 2006.
Operativamente, la AIE era la pata sanitaria de Global Formación Plus, la mercantil con la que Izagirre y Gallardo gestionaban Can Padró.
Pero por el motivo que fuera, el negocio de traslado de pacientes no cuajó. Entre finales de 2013 y principios de 2014, Juan Diego Gallardo, el gran gurú de las emergencias catalanas, vendió todas sus posiciones, salió de todas las mercantiles y se reubicó en Andorra, donde sigue a día de hoy.
Sin su presencia, no hubo éxito en la licitación sanitaria de 2014. Fue el segundo vacío después de 2006.
Desfalco en la DYA
Eso sí, aquel periodo, entre 2011 y 2016, concentró el desfalco en la DYA que ahora --salvo que el TSJPV u otra instancia superior corrijan la sentencia-- llevará a Izagirre y a Gallardo a la cárcel. Según la Audiencia Provincial de Vizcaya, los dos hombres se apropiaron ilegalmente de 2,9 millones de euros de la oenegé vasca de ayuda en carretera.
El monto se transfirió a Emergencias Plus y Ambulancias Barcelona.
Entrenamiento de Bomberos en Can Padró
Pero si alguien pensaba que el dinero desviado de la DYA a Can Padró --los citados 2,9 millones-- hizo florecer el recinto, se equivoca. Fuentes cercanas a la instalación subrayan que Izagirre y Gallardo "casi llevan el complejo a la ruina" con sus business plan "grandilocuentes" y, opiniones aparte, fallidos.
Conseguidor desde Andorra
Esa gestión, ahora probada delictiva por la justicia, tuvo continuidad en otras esferas. Fernando Izagirre escaló en el PNV hasta ser director de Atención y Emergencias. Dimitió del cargo en 2022 al trascender el desfalco de Can Padró y estallar el caso DYA, explicó El Correo. La nueva junta de la oenegé había puesto orden y denunciado el escándalo al detectar un caos contable.
Por su parte, Gallardo se ha refugiado en Andorra y ha participado en varios proyectos. Es hombre fuerte de Menta Group, empresa referente en seguridad en el Principado pirenaico. También ayudó a Ambulancias Egara a expandirse al micropaís por medio de Ambulancias Valira, donde continúa, operando el transporte sanitario nacional. Así como a Aragón, de donde ya ha salido.
El esquivo directivo ha invertido también en una discoteca en los Pirineos, Eivissa Experience, y en un megaclub de ocio nocturno, Cafè del Mar Port Fòrum, que pretendía transformar el Port Fòrum de Sant Adrià de Besòs, junto a Barcelona.
Ambos proyectos han terminado en nada. El director del segundo negocio, Ignacio Soler, también ha buscado abrigo en Andorra, donde se zafa de la calificación de insolvencia punible de la fallida aventura catalana.