Edificio del Grupo Mediapro en Estados Unidos

Edificio del Grupo Mediapro en Estados Unidos

Business

Se enfría el 'Fifagate', el caso de sobornos que salpicó a Mediapro

El Tribunal Supremo de EEUU desestima la causa por las 'mordidas' en los derechos audiovisuales del fútbol por las que imputaron a Gerard Romy, socio histórico y fundador del gigante audiovisual catalán

Contenido relacionado: El desafortunado final de los tres fundadores de Mediapro: un perseguido, un despedido y un embargado

Llegir en Català
Publicada

La Fiscalía de Estados Unidos ha pedido al Tribunal Supremo que desestime el caso contra Hernán López y la empresa argentina de márketing deportivo Full Play Group por el caso Fifagate.

Esta decisión supone un carpetazo casi total a la rama del caso que investigaba los sobornos por derechos televisivos en Sudamérica, la misma trama por la que fue imputado y considerado "fugitivo" Gerard Romy, socio histórico de Jaume Roures y Tatxo Benet en la fundación del gigante audiovisual Mediapro.

Caso desestimado

El documento presentado ante la jueza Pamela K. Chen en el Distrito Este de Nueva York admite que el gobierno estadounidense, bajo su "discreción procesal", ha determinado que la desestimación del caso de manera irrevocable es lo mejor para "los intereses de la justicia".

El movimiento llega unos meses después de que, en julio de 2025, la Corte de Apelaciones pareciera dar oxígeno a la acusación al reactivar parte del proceso, como informó Crónica Global.

Sin embargo, ahora los propios fiscales han decidido no seguir adelante y han pedido que se cierre "en interés de la justicia".

Sobre quien no se ha dictado sentencia es sobre Romy, acusado de pagar sobornos millonarios a directivos de la CONCACAF, si bien compartía la misma base legal de acusación que Hernán López y Full Play, por lo que todo apunta a que se desestimará también su acusación.

La sombra de Gerard Romy

Para la Fiscalía, Romy ha sido durante años un "fugitivo". No obstante, al admitir ahora que no se puede sostener la condena contra sus coacusados, la Justicia americana reconoce implícitamente que la teoría del delito contra el exsocio de Roures ya no es viable. Salvo sorpresa mayúscula, neutraliza la amenaza de extradición que ha pesado sobre el exdirectivo desde 2020.

Este desenlace llega años tarde para la imagen corporativa de Mediapro. Cabe recordar que el grupo audiovisual catalán optó por una estrategia diferente a la de Romy: admitió su culpabilidad como persona jurídica en 2018 para salvar el negocio.

Tatxo Benet, Gerard Romy y una de las sedes de Imagina, cabecera de Mediapro, en EEUU

Tatxo Benet, Gerard Romy y una de las sedes de Imagina, cabecera de Mediapro, en EEUU FOTOMONTAJE CG

¿Fin del culebrón?

La compañía, matriz de Imagina, pactó con el FBI el pago de una multa de 24 millones de dólares (unos 20 millones de euros) y reconoció que sus ejecutivos habían participado en la trama de sobornos.

Aquel acuerdo permitió a la empresa de Roures y Benet cerrar el capítulo judicial, aunque no el reputacional, ya que la Fiscalía señaló directamente la implicación de la cúpula en los pagos ilícitos a través de filiales. Roures siempre intentó distanciar a la compañía de las acciones de Romy, quien fue apartado de la gestión, pero la sombra del FIFAgate ha perseguido al grupo hasta este desenlace final.