Es el último capítulo en la guerra por los pisos turísticos de Barcelona. El Gremi d'Hotels ha amenazado a despachos de abogados con retirarles de todos los conflictos en los que pleitean sus abogados si osan tomar partido en la batalla por los alojamientos vacacionales.
Los propietarios de las 10.000 licencias quieren evitar a toda costa que en 2028, tal y como ha prometido el alcalde Jaume Collboni, se queden sin explotar sus viviendas. Por ello, han acudido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para derribar la normativa.
En Luxemburgo se dirime el futuro de unas reclamaciones patrimoniales contra el gobierno autonómico por un importe de 4.250 millones de euros. Los propietarios, a través de Apartur, piden que la expropiación se declare ilegal.
Explican fuentes del sector que tantearon al bufete Garrigues para que les defendiera, pero el bufete recibió "presiones" del sector hotelero. Fueron, según señalan, Jordi Clos y el Gremi d'Hotels, una máxima que Garrigues niega de forma tajante. El Gremi d'Hotels, por contra, no responde las preguntas de este medio, si bien otras fuentes del sector confirman la historia.
Jordi Clos en el Círculo Ecuestre de Barcelona
Temor en el sector
Garrigues preparaba un informe sobre el impacto de los pisos turísticos en Barcelona y examinaba la posible ilegalidad de su prohibición. Las presiones, sin embargo, no fructificaron. No fueron los únicos: a otro reputado jurista catalán también le llegaron las mismas veladas advertencias, según él mismo explica, pero las advertencias volvieron a no funcionar.
La amenaza no fue explícita, pero el gran patrón del turismo catalán sí deslizó que podía retirar al bufete de todos los pleitos hoteleros de Barcelona, como el conflicto laboral en el Majestic, donde defienden a la familia hotelera frente a los trabajadores.
Fuentes del sector de la abogacía explican que, ahora, "muchos de los otros grandes bufetes españoles se pensarán dos veces si inmiscuirse en un conflicto que les puede traer más problemas que beneficios".
Clos, la sombra del poder
En reiteradas ocasiones, el patrón del turismo catalán ha loado la decisión de Jaume Collboni de cerrar pisos turísticos antes de 2028. Sin embargo, sí defiende mantener aquellos pisos organizados en fincas enteras dedicadas a este negocio, precisamente el negocio que él posee.
Jordi Clos cuenta con tres apartahoteles en la capital catalana, situados en las calles Muntaner, Mallorca, Avinyó y Allada i Vermell, además de 111 viviendas en las calles Paseo de Gràcia, Gran de Gràcia, Pujades, Valencia, Villarroel, Viladomat y Milà i Fontanals, informó The Objective.
Turistas con maletas
Con una fortuna de 760 millones de euros --entre las 100 mayores de España--, el hotelero también es el impulsor del Museo Egipcio de Barcelona, una pinacoteca en la calle Valencia con piezas arqueológicas de gran valor histórico.
La amenaza a Garrigues es el último agravio de una entidad presidida por Clos, también al frente de Turisme de Barcelona, pese a que mantiene la sede social de su cadena Derby en Madrid. "Clos es quien marca el ritmo del turismo en Barcelona: es el rostro invisible de casi todo lo que se hace o deja de hacer. La persona más influyente", expone otra voz del sector que prefiere mantener el anonimato.
Turisme, otro agravio
En Turisme de Barcelona, por ejemplo, también intenta torpedear a los pisos turísticos. El Barcelona Convention Bureau (BCB), entidad bajo la cual la ciudad se promueve al exterior como destino de congresos, convenciones y viajes de negocios, no promociona a los alojamientos vacacionales.
Al buscar alojamientos en la plataforma, ésta solo ofrece hoteles, que van desde grandes cadenas a pequeños alojamientos boutique, tal y como consta en su propia página. Turisme arguye que no aparecen en la web porque no hay ninguno que esté asociado, si bien desde el sector concretan que tampoco se les permite formar parte.
