Cataluña, al borde de perder 1.000 millones por la crisis de la peste porcina

Cataluña afronta una de las crisis sanitarias y económicas más delicadas de los últimos años tras la detección de casos de peste porcina africana (PPA) en varios jabalíes del área de Barcelona. La alerta ya ha provocado la reacción de mercados internacionales clave y pone en riesgo hasta 1.000 millones de euros en exportaciones porcinas fuera de la Unión Europea, según confirmó este miércoles el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Govern, Òscar Ordeig.

“El país se juega mucho, no solo sanitariamente, sino también a nivel económico, alimentario y ganadero”, ha advertido este lunes el político socialista en una comparecencia extraordinaria. El conseller ha subrayado que la gestión de esta crisis marcará “el ser o no ser de los próximos años” y ha recordado que todos los países con relaciones comerciales con Cataluña “están observando cómo actuamos”.

Mercado extracomunitario

Ordeig ha destacado que Cataluña exporta anualmente productos agroalimentarios por valor de 16.000 millones de euros, de los cuales 3.000 millones corresponden al sector porcino: 2.000 millones van destinados a Europa y 1.000 millones al mercado extracomunitario. Es precisamente esta parte la que queda bloqueada automáticamente cuando aparece un caso de PPA.

El conseller ha subrayado que la reapertura de estos mercados dependerá de una negociación “país por país”, ya que cada Estado puede establecer sus propios criterios sobre si aceptar exportaciones totales, parciales o regionalizadas. No obstante, ha destacado que la situación juega parcialmente a favor de Cataluña: “La PPA no ha entrado en ninguna granja; solo afecta a un foco muy concreto de fauna salvaje”.

Operativo actual

Lluís Pallarès, subinspector del área de Grupos Especiales de Agentes Rurales, ha explicado el trabajo que se desarrolla en la denominada zona afectada, el área comprendida entre los 0 y 6 kilómetros alrededor de los dos primeros positivos: los agentes destinados coordinan dos líneas de actuación principales.

La primera es la localización y retirada de cualquier cadáver de jabalí. Para ello, el terreno se divide en cuadrículas de 300 por 300 metros, asignadas a equipos que revisan cada zona “palmo a palmo”. La búsqueda se realiza a pie, con drones y con binomios caninos en los puntos de más difícil acceso. Cuando se detecta un animal muerto, equipos especializados proceden a la extracción con protocolos estrictos de bioseguridad, desinfección de material y control del área afectada.

La segunda línea de trabajo es evitar la dispersión de la población de jabalíes fuera del perímetro de 6 kilómetros. Pallarès ha explicado que se están instalando trampas de captura masiva “que permitan actuar sin perturbar a los grupos y sin generar dispersión”, complementadas con recorridos nocturnos destinados a impedir movimientos hacia el exterior.

Paralelamente, en coordinación con el Departamento de Agricultura y con infraestructuras de la Generalitat y del Estado, se han identificado todos los pasos de fauna en una zona rodeada de carreteras, vías ferroviarias y núcleos urbanos. En ellos se están instalando barreras físicas y repelentes para frenar el desplazamiento de los animales.

400 efectivos y apoyo de la UME

El Govern ha reforzado el dispositivo con más de 400 efectivos sobre el terreno, entre agentes rurales, Mossos d’Esquadra, voluntarios y personal técnico. A ellos se suman 117 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) especializados en emergencias medioambientales, que ya han comenzado tareas de prospección, desinfección y retirada de animales muertos.

Desde el sábado, el teléfono 112 ha recibido 384 avisos relacionados con animales muertos o enfermos, una cifra que Ordeig ha interpretado como muestra de la “responsabilidad ciudadana” en un momento crítico.

Sin nuevos positivos

Hasta la fecha, oficialmente solo se han confirmado dos casos de PPA —todos en jabalíes—, aunque el laboratorio central del Ministerio analiza ocho casos sospechosos adicionales. Todos los animales detectados se han encontrado dentro del área afectada, un radio de seis kilómetros.

Paralelamente, el conseller también ha informado de que las 39 granjas situadas en el radio de 20 kilómetros han dado resultados negativos, aunque el departamento ha reforzado las exigencias de bioseguridad en todas las explotaciones catalanas, pidiendo máxima precaución y limitar entradas y salidas no autorizadas.

Avisos de sanciones

El Govern ha recordado que está prohibido acceder al entorno natural de los 12 municipios incluidos en el perímetro de seis kilómetros, tal como establece el reglamento europeo y el protocolo catalán sobre PPA. Aunque Ordeig ha insistido en que “no estamos aquí para sancionar”.  A pesar de ello, ha avisado de que los incumplimientos reiterados sí podrían conllevar multas.

Un desafío de país

Ordeig ha reiterado la necesidad de “complicidad, responsabilidad y coordinación” entre administraciones, sector ganadero y ciudadanía. “Si hacemos las cosas bien, el impacto será mínimo y durará el menor tiempo posible”, ha asegurado, pidiendo que no se difundan informaciones no contrastadas y que se confíe solo en fuentes oficiales.