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Veolia ha firmado su mayor operación corporativa desde la integración de Suez al acordar la compra de Clean Earth, uno de los principales actores del mercado estadounidense de residuos peligrosos.

La adquisición, valorada en 3.000 millones de dólares (unos 2.600 millones de euros), permitirá al grupo francés duplicar su negocio en este segmento en Estados Unidos y situarse como segundo operador del país.

La compañía dirigida por Estelle Brachlianoff refuerza así dos de los grandes ejes de crecimiento recogidos en su plan estratégico GreenUp: la expansión en el mercado norteamericano y la consolidación en el negocio de residuos peligrosos, uno de los sectores ambientales con mayor dinamismo en EE.UU. por el auge de industrias como la sanitaria, la farmacéutica, los semiconductores o la energía limpia.

Una plataforma nacional y más de 700 permisos

Clean Earth aporta 82 instalaciones, entre ellas 19 plantas TSDF (tratamiento, almacenamiento y eliminación) autorizadas por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), así como más de 700 permisos operativos. Su cartera es complementaria a la de Veolia y permitirá ampliar capacidades técnicas, incluida la gestión de contaminantes emergentes como los PFAS.

Un trabajador de Veolia en un almacén Veolia

Tras la integración, los ingresos globales de Veolia en residuos peligrosos ascenderán a 5.200 millones de euros, con un margen EBITDA del 17%. El grupo calcula sinergias por 120 millones de dólares para el cuarto año y espera que la operación sea acumulativa en beneficio por acción a partir del segundo ejercicio.

Refuerzo en sectores de alto crecimiento

Según la compañía, la compra mejora la cobertura geográfica en zonas con menor presencia –como el Sureste y el Noroeste del Pacífico– y amplía su capacidad de servicio a sectores que están impulsando la demanda de soluciones ambientales: comercio minorista, sanidad, industria avanzada y reshoring de manufacturas.

"Esta adquisición es un paso importante en la transformación del grupo y en el refuerzo de su perfil financiero", afirmó Brachlianoff. "Nos permite liberar todo el potencial de nuestras actividades de residuos peligrosos en EE.UU. y posicionarnos como el segundo actor del mercado".

Rotación de activos y disciplina financiera

En paralelo a la compra, Veolia acelerará su proceso de rotación de activos, con 2.000 millones de euros en desinversiones adicionales, elevando a 8.500 millones el total desde el lanzamiento de GreenUp. La operación se financiará con recursos del grupo y deuda existente, manteniendo el objetivo de conservar su calificación crediticia de grado de inversión (BBB / Baa1) y un apalancamiento cercano a tres veces en 2026.

Con esta transacción, los ingresos de Veolia en Estados Unidos alcanzarán los 6.300 millones de dólares, consolidando al país como uno de los pilares de su crecimiento internacional.

Cierre en 2026

La operación está sujeta a las aprobaciones regulatorias pertinentes y al visto bueno de los accionistas de Enviri, la compañía que actualmente controla Clean Earth. Veolia prevé completar el proceso a mediados de 2026.

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