Antoni Franquesa, director de transición energética de Factorenergia, presentó el proyecto de Comunidades Solares
Factorenergia promueve en Smart City Expo World Congress el acceso universal a la energía renovable
La comercializadora energética ha presentado en el SCEWC 2025 su innovador modelo de Comunidades Solares, una iniciativa que democratiza el acceso a la energía fotovoltaica y marca un nuevo rumbo hacia la sostenibilidad, la eficiencia y la participación ciudadana
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Factorenergia ha vuelto a situarse en el centro del debate sobre el futuro de la energía durante el Smart City Expo World Congress 2025, celebrado esta semana en Barcelona.
En un encuentro marcado por la innovación y el compromiso con la sostenibilidad, la compañía ha reafirmado su papel como motor de la transformación energética, apostando por un modelo más eficiente, asequible y participativo.
Antoni Franquesa, director del departamento de transición energética, ha presentado el proyecto de Comunidades Solares, una iniciativa que convierte la energía fotovoltaica en un servicio accesible para cualquier ciudadano, viva donde viva.
“Queremos que cualquier ciudadano, viva donde viva, pueda disfrutar de los beneficios del autoconsumo solar. Con las comunidades solares de Factorenergia, a partir de 5€ al mes, puedes disfrutar de una instalación fotovoltaica como si la tuvieras en tu propio tejado”, ha afirmado Franquesa en el SCEWC 2025.
La energía que une barrios y personas
Con esta propuesta, Factorenergia no solo ofrece una alternativa técnica, sino también una revolución social. Su meta es democratizar el autoconsumo, permitiendo que hogares, empresas y propietarios participen activamente en una red compartida de energía limpia.
En su intervención en el stand Catalonia de la Generalitat de Catalunya, Franquesa describió el proyecto como “un paso decisivo hacia la democracia energética”, subrayando que con tan solo cinco euros al mes cualquier persona puede beneficiarse del autoconsumo solar como si tuviera paneles en su propio tejado.
Un suscripción hacia la independencia energética
Las Comunidades Solares funcionan a través de un sistema de suscripción mensual que conecta a los usuarios con instalaciones fotovoltaicas cercanas, garantizando su participación en el autoconsumo colectivo.
Este modelo responde a una necesidad creciente: ofrecer soluciones sostenibles a quienes no pueden instalar paneles propios por motivos técnicos, económicos o de propiedad. De este modo, la energía renovable deja de ser un lujo y se convierte en un bien común, al alcance de cualquier bolsillo.
Un ecosistema energético colaborativo
El ecosistema colaborativo ideado por Factorenergia incluye a los denominados roofers, propietarios de cubiertas que ceden sus tejados para la instalación de placas solares sin coste alguno. A cambio, reciben una renta anual y la posibilidad de conectarse a la comunidad para consumir energía verde.
Los participantes, por su parte, disfrutan de una reducción en su factura eléctrica y de la tranquilidad de saber que su consumo contribuye a frenar el cambio climático. Todo el sistema es gestionado desde la propia app de la compañía, que permite un seguimiento en tiempo real de la producción y el consumo energético.
Comunidades que alumbran el territorio
Este modelo no es una promesa, sino una realidad que ya florece en distintos puntos del país. Municipios como La Pobla de Claramunt, Palafrugell o Paterna (Valencia) han visto nacer sus propias comunidades solares, donde más de doscientos hogares y quince empresas producen y comparten la energía del sol.
“Cada comunidad solar es un ejemplo de cómo la colaboración y la innovación pueden transformar la manera en que producimos y compartimos energía” ha destacado el director del departamento de transición energética de Factorenergia. “Nuestro objetivo es seguir ampliando esta red de comunidades solares para que cada vez más ciudadanos puedan formar parte activa de un modelo energético más sostenible y compartido”.
Un futuro compartido, limpio y descentralizado
Para Factorenergia, el objetivo es seguir ampliando esta red de comunidades y consolidar un nuevo paradigma de autosuficiencia energética.
Cada kilovatio generado localmente reduce la dependencia de los combustibles fósiles, disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero y fortalece la resiliencia de las ciudades. En definitiva, se trata de construir un modelo en el que la energía no solo ilumine hogares, sino también conciencias.
