En Barcelona, la principal preocupación entre la población sigue siendo la vivienda. A día de hoy, los precios siguen al alza, a ello se suma la escasez de oferta, la precariedad laboral y la presión creciente por el turismo, siendo estos los principales factores que está agravando la crisis estructural de la vivienda en Cataluña.
Esto deriva en el complejo mercado inmobiliario español, no solo a la hora de acceder una vivienda, sino que también cuando quieres deshacerte de ella, es decir, quieres vender una propiedad.
Aunque vender un piso o una casa te puede generar una ganancia o beneficio sustancial, también te pude llevar a otros calentamientos de cabeza como tener que hacer frente a una gran carga fiscal.
Por ello, hay varios expertos que ya están revelando algunas vías para pagar lo menos posible a Hacienda. En el caso de Jordi, un reconocido experto en vivienda con más de 28 años de experiencia en el sector, ha desglosado recientemente un ejemplo práctico para ilustrar el impacto de los impuestos sobre la venta de un piso, revelando que el monto final puede ascender a 37.300 euros.
Para ello, en su vídeo de TikTok, ejemplifica con un caso tan hipotético como real. Un inversor que decidió vender una propiedad adquirida hace 20 años inició su inversión con un coste de compra del inmueble de 200.000 €. No obstante, el coste real de adquisición fue significativamente mayor, debido a la suma de gastos asociados, incluyendo 20.000 € en impuestos iniciales y 2.000 € adicionales destinados a gastos de la compra como notaría, registro y otras gestiones.
A lo largo de las dos décadas que duró la propiedad, el inversor también realizó una inversión considerable en la mejora del inmueble, incurriendo en gastos de reforma que alcanzaron los 60.000 €.
La suma de estos costes —el precio de compra, los impuestos iniciales, los gastos de gestoría y la inversión en reformas— es crucial, ya que establece la base real del coste de la propiedad, la cual se restará al precio de venta para determinar la ganancia patrimonial tributable.
Tras dos décadas, “el propietario vende el piso por 450.000 €. Es en este punto cuando comienzan a aplicarse los tributos sobre la venta. El primer gravamen que debe afrontar el vendedor es la plusvalía municipal”.
Este impuesto, cobrado por el Ayuntamiento, recae sobre el incremento del valor del suelo urbano. En este caso, según el experto, “el Ayuntamiento cobrará unos 3.300 € por este concepto”.
En este caso, el precio de venta de 450.000 € menos todos los gastos que el vendedor ha podido deducir por la compra y la mejora del inmueble, resulta en un incremento patrimonial de 170.000 €.
Sobre esta ganancia, es Hacienda la que interviene, cobrando un porcentaje sobre dicho importe. Según Jordi, Hacienda aplica un tipo del 20% sobre los 170.000 € de incremento patrimonial. Esto resulta en una cuota a pagar de 34.000 €. Es importante destacar, según el agente inmobiliario, que esta cantidad por el incremento patrimonial se paga en la renta al cabo de dos años de haber realizado la venta.
Por lo tanto, por la venta de este piso en particular, el propietario termina pagando 37.300 euros en impuestos. Este análisis subraya la importancia de conocer los costes fiscales asociados a la transmisión de bienes inmuebles antes de formalizar cualquier venta.
