Instalación de paneles solares en una imagen de archivo FREEPIK
Tarragona y Lleida tumban los dos mayores proyectos de placas solares de Cataluña
La petrolera Shell ha recibido informes desfavorables de la Generalitat por su "impacto" en el medioambiente y el paisaje
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Golpe al proyecto más ambicioso de energía renovable de Cataluña. Las dos mayores centrales solares previstas en la comunidad han recibido un revés en su tramitación por parte de las comisiones de Urbanismo de Lleida y del Camp de Tarragona.
Lo avanza el diario Segre, que detalla que el plan BCN Solar 1 y 2 de la petrolera británica Shell lo tendrá difícil para salir adelante, pese a la necesidad de Cataluña de avanzar hacia una renovación en su modelo energético. Cabe recordar que a partir de 2030 las centrales de Ascó y Vandellós, que generan el 60% de la energía catalana, cerrarán sus puertas.
400 hectáreas
El proyecto de Shell iba a ocupar casi 400 hectáreas en las comarcas del Urgell (Lleida) y la Conca de Barberà (Tarragona).
El citado medio ha explicado que la Comisión de Urbanismo de Lleida y la del Camp de Tarragona han emitido sendos informes negativos sobre el proyecto, al señalar deficiencias relacionadas con su integración territorial y paisajística, según ha comunicado el Departament de Territori.
Proyectos ambiciosos
El proyecto BCN Solar 1, con una potencia prevista de 138,2 MW y una extensión superior a 250 hectáreas, contempla la instalación de unas 26 hectáreas de paneles fotovoltaicos en el término municipal de Vallbona de les Monges, a menos de dos kilómetros de Rocallaura.
Mientras, BCN Solar 2 prevé una potencia de 72,8 MW y abarca unas 145 hectáreas, con parte del terreno ubicado en Ciutadilla (19 hectáreas) y en Vallbona (3 hectáreas). Por este último municipio está previsto que discurra la línea eléctrica que canalizará la energía producida por ambas plantas.
Campo de placas fotovoltaicas para la generación de energía solar
Aunque la autorización ambiental y constructiva de instalaciones de más de 50 MW corresponde al Gobierno central, los promotores deben obtener además el permiso urbanístico, competencia compartida entre la Generalitat y los ayuntamientos implicados.
Posible recurso de Shell
Los informes desfavorables de las comisiones territoriales suponen, por tanto, un freno administrativo a estos desarrollos.
Ahora, Shell tiene la opción de presentar un recurso ante la Generalitat o reformular los proyectos para ajustarlos a las exigencias autonómicas. Cabe recordar que la empresa adquirió ambos proyectos en 2022, poco después de que Green Tie Capital iniciara su tramitación ante el Ministerio para la Transición Ecológica.
