Camionero / Freepik

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Business

Manuel Gómez, camionero con más de 30 años de experiencia: “Un autónomo paga entre 13.000 y 14.000 euros por trabajar”

Hace 30 años, un camionero podía doblar el sueldo de una persona que trabajaba en una fábrica, aunque también doblaban la jornada laboral

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Manuel Gómez, un transportista veterano con más de 30 años de experiencia, es delegado de la Plataforma Nacional en Cataluña y ha tocado "todos los palos" en el sector, desde el puerto hasta el transporte frigorífico.

Gómez, quien comenzó a conducir camiones a los 21 años, compara la realidad actual del transporte con la época en que inició, revelando un panorama financiero desolador para los autónomos.

El transportista incide en que los profesionales de este sector sufren una gran carga fiscal como autónomos, a pesar de que las facturaciones se hayan visto reducidas comparada con hace una década. "Al final pagas eso 13 o 14.000 € por trabajar". Esta cantidad se deriva principalmente de tributar bajo el sistema de módulos, donde el autónomo paga unos 800 € cada tres meses, más los ajustes anuales por IVA, averías y neumáticos.

La situación actual es crítica. Manuel afirma rotundamente que el sector "no es rentable". Esta falta de rentabilidad se debe a que los transportistas trabajan consistentemente "por debajo de costo". El margen que les queda es "muy pequeño" después de cubrir impuestos, gasoil, ruedas, averías y seguros.

En este contexto, lamenta que apenas le queda dinero "ni para comprarme otro coche nuevo" y que su vehículo actual, un Renault con motor Volvo que lleva 1.3 millones de kilómetros, es "un cacharro viejo que hay que cambiar".

Esta realidad contrasta fuertemente con el pasado. Hace 30 años, un camionero podía doblar el sueldo de una persona que trabajaba en una fábrica, aunque también doblaban la jornada laboral. Esta posibilidad permitía a los jóvenes tener la ilusión de comprar una casa. Hoy, esa ilusión se ha perdido.

De hecho, la facturación de Gómez en su trabajo de cercanía (7.000-8.000 € mensuales) es la mitad de lo que facturaba hace 20 años, a pesar de que los gastos, como el precio de las ruedas, son mucho más caros actualmente.

La lucha por la representación y los costes

Gómez subraya que el principal fallo del sector es la falta de unión. Los autónomos y las pequeñas pymes constituyen el 80% del transporte en España, pero están desunidos.

El Comité Nacional, supuestamente representante del transporte, está compuesto por las "empresas grandes que son los cargadores" (como Carrión o El Mosca), quienes negocian las leyes con el gobierno a su favor. Este comité, que lleva 40 años, "no nos representa para nada".

La Plataforma Nacional es la única asociación que defiende al pequeño transportista, y Gómez es delegado de la misma. Para Gómez, el cambio más primordial sería hacer cumplir una ley que ya existe: la que obliga a no trabajar por debajo de los costos.

Si él fuera Ministro de Transporte, haría que esa ley se aplicara y que se sancionara a quien no pague lo que vale el viaje. Esto implicaría que el precio se reflejara en la carta de porte, permitiendo a los transportistas denunciar si están cobrando menos que el estudio de costos.

En última instancia, para atraer a los jóvenes al sector, Gómez cree que el salario debe doblarse, pasando de lo que gana un obrero en una fábrica (ejemplo: de 1.000 € a 2.000 €), para que el sacrificio de horas y el riesgo de la profesión merezcan la pena. Sin un cambio radical en la rentabilidad y el trato, el transporte español seguirá en declive, incluso a riesgo de ser "quitados del medio".