Vista aérea del Club de Mar de Sitges

Vista aérea del Club de Mar de Sitges Cedida

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El cierre del Club de Mar de Sitges se frena por sorpresa: la comitiva judicial no acude a recoger las llaves

El histórico club náutico sigue en pie tras el plantón de Costas y a la espera de que el TSJC fije una nueva fecha para el desalojo

Contenido relacionadoLa justicia da luz verde al derribo del Club de Mar de Sitges

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El Club de Mar de Sitges ha logrado, al menos por unas horas, esquivar su cierre definitivo. La comitiva judicial que debía recoger las llaves de las instalaciones este jueves por la mañana no se ha presentado, lo que ha provocado que el desalojo —y, por tanto, la demolición del edificio— quede suspendido temporalmente.

Según ha explicado a la Agencia EFE el vicepresidente segundo del club, Benjamín Cervera, el equipo directivo esperó desde primera hora en las instalaciones situadas frente a la playa de San Sebastián, sin que nadie apareciera para ejecutar la orden. "A las 08:45 hemos decidido irnos porque no ha venido nadie", señaló.

Una entrega frustrada

La Demarcación de Costas en Cataluña había fijado el acto de entrega de llaves para este jueves, en cumplimiento del auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que autorizó al Gobierno central a recuperar el inmueble "coactivamente si fuera preciso".

Club de mar de Sitges

Club de mar de Sitges

Sin embargo, el miércoles por la noche Costas comunicó al club un cambio de última hora: la entrega debía realizarse en las oficinas de Barcelona, y no en Sitges.

La directiva, presidida por Gemma Marcé, rechazó la modificación y decidió mantener la cita en el emplazamiento original. Ante la incomparecencia de los funcionarios, el equipo jurídico del club ha informado al tribunal del incidente, y será ahora el TSJC quien determine una nueva fecha para la ejecución.

"No reabriremos hasta que haya una resolución firme"

Pese al inesperado aplazamiento, la directiva no contempla reabrir las instalaciones. Cervera asegura que gran parte del material ya ha sido retirado y que no se restablecerán las actividades "hasta tener una resolución firme que permita continuar".

El vicepresidente ha lamentado la falta de apoyo del Ayuntamiento de Sitges, gobernado por ERC, los Comuns y un grupo de independientes: "No ha hecho nada por nosotros. No ha sido capaz de convocar una reunión con el Ministerio, la Delegación del Gobierno, Costas y el propio club".

Sara Aagesen, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico

Sara Aagesen, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico

Desde el consistorio, la alcaldesa Aurora Carbonell (ERC) ha defendido públicamente la recuperación del espacio para el municipio, aunque el propio Cervera le ha reprochado que "Costas ya ha dejado claro que no cederá el local al Ayuntamiento".

Sitges contra el Estado

El enfrentamiento entre el Club de Mar de Sitges y el Gobierno central se arrastra desde hace meses. El Ejecutivo, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, considera que las instalaciones invaden el dominio público marítimo-terrestre y que su situación vulnera la Ley de Costas.

El TSJC dio la razón a la Administración al autorizar el acceso forzoso al edificio y su demolición. La medida, que había sido suspendida de forma cautelar en mayo, fue reactivada este mes tras agotar el club todas las vías judiciales posibles.

El auto judicial faculta a los funcionarios de Costas y a las fuerzas de seguridad a actuar hasta que el desalojo "se haya hecho efectivo".

100 años de historia

La resolución supone la pérdida de un inmueble centenario, catalogado como bien cultural de interés local, que forma parte del paisaje urbano y sentimental de Sitges. En el conjunto también se incluye la primera piscina construida en el municipio, inaugurada en 1934 por el presidente de la Segunda República, Manuel Azaña.

Para los socios y vecinos, la desaparición del Club de Mar será un golpe simbólico y patrimonial. En sus instalaciones se organizan cada año actividades deportivas y sociales como "La Nit de l’Esport", los casales de verano y las escuelas de patín a vela, una disciplina emblemática en el litoral catalán.

"Un atentado contra el patrimonio"

Cervera considera que la decisión del Gobierno central de derribar el edificio es “un atentado contra el patrimonio cultural y arquitectónico” de Sitges y contra las escuelas de vela de Cataluña. También ha cuestionado que la política de Costas se decida desde Madrid, “al lado del Manzanares”, sin tener en cuenta las especificidades del litoral catalán.

Rótulo del Club de Mar de Sitges

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El dirigente, no obstante, ha admitido que el aplazamiento de este jueves solo supone una tregua momentánea: "Hoy estamos salvados, pero mañana ya veremos".