La empresa de componentes de automóviles Magneti Marelli abrirá un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 52 empleados y cerrar su fábrica en Santpedor (Barcelona).
La dirección de la compañía italiana comunicó la semana pasada al comité de empresa su intención de cesar la actividad en esta planta y despedir a sus 52 trabajadores, esgrimiendo pérdidas económicas y un descenso de la producción, según informa CCOO.
Rechazo sindical
El sindicato exige a la empresa que retire el ERE y negocie con ellos para buscar alternativas que permitan la continuidad de la actividad de la fábrica.
Asimismo, CCOO rechaza las causas que argumenta la compañía, al considerar que "no responden a razones objetivas, sino a una decisión estratégica global del grupo", y reclama a la Generalitat que interceda en el caso.
Fuentes de la conselleria de Trabajo de la Generalitat han dicho a EFE que no les consta que Magnetti Marelli haya registrado el ERE ante su departamento.
La empresa justifica el cese
La empresa ha justifica do su ERE aduciendo que en "los últimos cinco años, la planta de Santpedor ha enfrentado una disminución prolongada en los volúmenes de producción debido al deterioro de las condiciones del mercado", según dice en un comunicado.
Magneti Marelli ha tenido que "reconocer la necesidad de prever un plan social para la planta, que emplea a 49 trabajadores, contemplando el cese de operaciones en un plazo aproximado de un año", debido a "estas dificultades persistentes, y tras un análisis cuidadoso de la situación".
La compañía también explica que "la situación se gestionará a nivel local, con la participación de los sindicatos y las instituciones, basándose en la activación del procedimiento de ERE conforme al Código Laboral español, con el fin de lograr una solución equilibrada y socialmente sostenible."
Precedente en Barberà
Magneti Marelli tiene dos plantas más en Cataluña, ambas también en Barcelona: una en Barberà del Vallès y otra en Llinars del Vallès.
En 2023, la empresa y la representación sindical de la fábrica de Barberà del Vallès llegaron a un acuerdo para aplicar un ERE temporal (ERTE) que afectaba a toda la plantilla de dicha planta, y que conllevaba el cese de la producción durante 70 días debido al descenso de la productividad.
