Fotomontaje de uno de los restaurantes gestionados por el matrimonio que se suicidó en Port de la Selva

Fotomontaje de uno de los restaurantes gestionados por el matrimonio que se suicidó en Port de la Selva CG

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El 'crash' turístico del Port de la Selva que acabó en doble suicidio llega a los tribunales

La sociedad, gestionada por el fallecido matrimonio y responsable de una quinta parte de los locales del pueblo, afronta una solicitud de insolvencia

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La coqueta localidad marítima de Port de la Selva (Girona) sigue adelante tras el reciente suicidio del matrimonio hostelero que movía el 20% de la restauración local, mientras que la sociedad con la que operaban, Corvaill del Port, camina hacia la bancarrota.

En septiembre pasado, salió a la luz la historia de José Andrés Bel y Adela Esteban Galindol, una pareja con una sólida trayectoria profesional que explotaba una decena de restaurantes frente al mar en la pequeña localidad de la Costa Brava.

Acorralados por las deudas, la mujer se quitó la vida en junio y, un mes después, él intentó lo mismo, falleciendo semanas después tras quedar en coma. El trágico episodio dejó en el aire a los locales, la plantilla y a todo el pueblo en plena temporada estival.

Ahora, el representante legal de Corvaill del Port ha presentado ante el Juzgado de lo Mercantil de Girona la solicitud de concurso de acreedores, según un escrito al que ha tenido acceso este medio.

El inicio 

Bel era un economista que había pasado gran parte de su vida en el sector del gran consumo, ocupando varios altos cargos en marcas como Stradivarius, Misako o Castañer.  

Cada verano visitaba Port de la Selva, un lugar donde su esposa y él habían pasado décadas de vacaciones y habían entablado amistades. Cuando un vecino decidió jubilarse, Bel vio la oportunidad de probar algo diferente y decidió hacerse cargo del restaurante Ca l’Herminda. Fue el primero de muchos. 

Vista aérea de Port de la Selva, en la Costa Brava

Vista aérea de Port de la Selva, en la Costa Brava Cedida

Más locales 

Con los años, la pareja sumó varios locales, entre ellos, el Cafè de la Marina, conocido por su relación con la obra de Josep Maria de Sagarra; La Brisa; Ca la Maria (antes España); el Xiri; La Bámbola; Ave María y Can Rubiés. Todos eran explotados bajo el régimen de alquiler.

También se ocupó del Xiri de Grifeu (Llançà) y de Brascó en Selva de Mar, el único que Adela tuvo en propiedad, con piscina, pistas de pádel y un gimnasio.

Situación crítica

Pero los negocios del matrimonio atravesaban momentos complicados. Acumulaban deudas importantes y préstamos pendientes. Incluso, los empleados habían dejado de recibir la última nómina, según avanzó el diari ARA.

Para mantener sus locales, la pareja había recurrido a varios inversores y pagaba alquileres elevados que se volvían cada vez más difíciles de afrontar.

Aun así, el verano pasado comenzó con aparente normalidad. El matrimonio, ya con edad de jubilarse, seguía trabajando, realizando entrevistas y contratando nuevo personal. 

Varios préstamos 

A principios de junio de 2025, previo a la tragedia, la esposa se convirtió en fiadora solidaria de un préstamo de 150.000 euros destinado a salvar la empresa Corvaill del Port S.L., ofreciendo como garantía el 51 % de la empresa.

Se trataba de un crédito concedido por un financiero barcelonés, con fecha límite de devolución el 29 de agosto de 2025.

En paralelo, la pareja había solicitado otros cinco préstamos adicionales, ofreciendo el mismo 51 % de la empresa como garantía en todos ellos. Entre estos, se encontraba el de la sociedad TQ-MR Family II. 

Vista aérea del Cafè de la Marina, uno de los negocios del empresario

Vista aérea del Cafè de la Marina, uno de los negocios del empresario Cedida

Nuevo control

Pero antes de que pudieran saldarse las cuentas, la pareja murió, con lo que la compañía quedó descabezada y con la mayoría accionarial en un limbo sucesorio. 

Ante la tragedia, TQ-MR Family II se presentó ante la notaría para cobrar la garantía y, en agosto, asumió el control de la sociedad, mientras que otra empresa vinculada al entorno de la firma ejerció la opción sobre el inmueble más valioso de la pareja.

Nueva etapa: "Alivio"

En paralelo, el nuevo administrador adoptó decisiones rápidas sobre los activos: cerró los restaurantes y resolvió los contratos de alquiler para que los propietarios pudieran emprender nuevos proyectos.

Esta medida fue vista como un alivio para el Ayuntamiento de Port de la Selva, un municipio que depende en gran medida de la actividad turística durante el verano, explican fuentes conocedoras del caso.

Insolvencia

El 16 de octubre de 2025, Corvaill del Port S.L., dedicada a la explotación de bares y restaurantes, presentó ante el Juzgado de lo Mercantil de Girona una solicitud de declaración de concurso voluntario sin masa.

La empresa se encontraba en una situación de insolvencia, incapaz de cumplir de manera puntual y regular con sus obligaciones.

Para formalizar la quiebra, los socios acordaron el 15 de octubre de 2025, en una junta general extraordinaria, promover el concurso voluntario sin masa, decisión impulsada por TQ-MR Family, decisión que permite a los propietarios reemprender otra iniciativa empresarial.