Fachada del Teatro Coliseum, propiedad del Grup Balañá / EP

Fachada del Teatro Coliseum, propiedad del Grup Balañá / EP

Business

La empresa familiar catalana entra en el consejo de Telefónica

El órgano de gobierno de la operadora da cabida a Anna Martínez Balañá, paradigma de las prósperas y resilientes sagas del territorio

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La empresa familiar, uno los elementos más potentes e ilustrativos de la actividad económica en Cataluña, tendrá su particular representación en el consejo de administración de Telefónica.

A la vanguardia de la revolución tecnológica y llamada a representar un papel clave en el avance de Europa en este terreno, la operadora ha incorporado a su órgano de gobierno a Anna Martínez Balañá, miembro de la cuarta generación de una saga que contribuyó a hacer de Barcelona un referente europeo de la cultura y el espectáculo.

En la actualidad, la nueva vocal independiente de Telefónica se ocupa de la dirección de Balañá en viu, encargada del negocio teatral de Grup Balañá. Una parte relevante del imperio que comenzó a forjar uno de sus bisabuelos, Pere Balañá Espinós, a comienzos del siglo XX.

Aunque los orígenes del negocio familiar poco tuvieron que ver los destinos en los que después derivó. Otra seña de identidad de la empresa familiar catalana, capaz de adaptarse a los tiempos y de reinventarse con cada cambio de escenario. 

Lo cierto es que la conexión con el negocio ganadero, la venta de leche y de carne de lidia llevó a Pere Balañá a adentrarse en la gestión de las plazas de toros. Antes de 1930 ya se había hecho con los tres cosos existentes por entonces en Barcelona: la Monumental y Las Arenas, propiedad de una empresa madrileña, y el Torín de la Barceloneta.

La plaza de toros Monumental de Barcelona / EP

La plaza de toros Monumental de Barcelona / EP

Después, extendió sus redes más allá de Cataluña hacia el resto de España, incluida la emblemática Maestranza de Sevilla

En las primeras décadas del pasado siglo, los toros eran el espectáculo de masas por excelencia, ante un fútbol aún en fase incipiente y una aún escasa oferta cultural. Las crónicas de la época hablan de lo complicado que resultaba para las figuras del escalafón lograr el triunfo sin conocer a Balañá y estrechar sus grandes manos. 

El giro al cine

El giro hacia otro tipo de espectáculos se inició poco después de finalizar la Guerra Civil. La primera piedra fue el emblemático Cine Avenida de la Luz, la primera sala de estreno de su barrio, el de Sants.

El arranque de esta particular diversificación está también relacionado con la entrada de la segunda generación. La verdadera pasión del empresario era el espectáculo taurino. Por entonces, prácticamente la mitad del negocio estaba en sus manos. De esta forma, la línea cinematográfica del negocio familiar fue la pista de aterrizaje para su hijo Pere Balañá Forts.

De Hollywood al teatro

Al de Avenida de la Luz seguirían nombres como Alcázar, Principal Palacio, Tívoli, Borrás, Coliseum, Novedades, Regio Palace, Urgel, Aribau… aquellos a los que en aquella España de los 60 que trataba de levantar cabeza llegaban primero las grandes superproducciones de Hollywood, el arrollador cine italiano de la década y los filmes más populares de la época, protagonizados por Sara Montiel o Mario Moreno “Cantinflas”, entre otros.

Ya con Balañá Forts al frente del imperio y con el negocio taurino de capa caída, ante la competencia de una oferta de espectáculos cada vez más amplia gracias a una más que tímida apertura del régimen, la cartera de salas de cine se amplió con nombres como Rex, Fémina, París y Liceo. Algunos de los teatros del grupo se transformaron en salas de proyección, ante el empuje del celuloide en detrimento de las tablas.

Anna Martínez Balañá, consejera delegada de Balañá en viu y nueva consejera de Telefónica

Anna Martínez Balañá, consejera delegada de Balañá en viu y nueva consejera de Telefónica

La segunda generación llegó a vivir el fenómeno de las multisalas, para dar paso a las siguientes. Con las sucesivas crisis del sector y la prohibición de los toros en Cataluña, Grup Balañá ha sabido adaptarse a los tiempos, amoldarse a la nueva realidad y mantener la tradición adaptada a la contemporaneidad.

Como firme representante de la cuarta generación, Anna Martínez Balañá ha pasado a ocuparse del negocio familiar tras fundar y dirigir su propia compañía, Sheltair, especializada en la gestión de espacios de negocios en Barcelona. Una nueva demanda que exige nuevos modelos. La constante en la historia de esta empresa familiar. 

Anna Martínez será la particular representación de este exitoso modelo en una de las compañías más vanguardistas de Europa. En la remodelación de Telefónica impulsada por su presidente, Marc Murtra, tras su aterrizaje en enero de este 2025, este modelo se ha hecho un significativo hueco. Su historia hace evidente que tendrá mucho que aportar.