
Carmen Romero Barcelona
Así es el último negocio de éxito entre los emprendedores catalanes: "Muchos lo han intentado, pero es muy fácil perderse"
La compañía ha cerrado 2024 con cerca de 1.800 pedidos y una facturación de 350.000 euros
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Era el año 2014 cuando un grupo de amigos, entre ellos Gerard Martínez, fue a Ibiza a pasar el verano. Alquilaron una casa donde pasaban los días con total armonía y mucha fiesta. Hasta que algo rompió esa paz: se quedaron sin alcohol y, por las horas que eran, no podían conseguir más.
Esto que ha pasado en tantas casas en numerosas ocasiones dio fruto a un negocio de éxito. Todo porque uno de ellos se imagino un negocio para estos casos: un servicio exclusivo que entregara solo bebidas, en cualquier momento, directamente a tu puerta.
Diez años después, aquella idea que nació de un botellón casero en un momento de necesidad es hoy una empresa sólida. Su nombre Drink Home. Sus responsables: dos catalanes que ha sabido cómo moverse. Y nunca mejor dicho.
La empresa comenzó como un pequeño delivery en Ibiza, el lugar donde todo empezó. Se especializaron en “bebidas de hospitalidad”, como planearon. Y no les va mal.
Las cifras de la empresa
La compañía ha cerrado 2024 con cerca de 1.800 pedidos y una facturación de 350.000 euros. Todo sin haber perdido su esencia premium, pensado para atender solo al cliente de alto poder adquisitivo, ni su carácter ultra-local.
Detrás, por eso, hay gente que sabe de números. Sus fundadores, Gerard Martínez y un amigo suyo, vienen del sector bancario y de Cataluña.
De Barcelona a Ibiza
Fue aquí, en Barcelona, donde gestaron esa ocurrencia hasta transformarla en un negocio. Una vez ideado, volvieron a Ibiza y empezaron modestamente con apenas trece pedidos en su primer año operativo, pero el modelo creció rápidamente gracias a la confianza de una clientela fiel y una propuesta difícil de replicar: entregas en menos de 20 minutos, 24 horas al día, con total discreción.
Hoy, el 85 % de su facturación sigue viniendo de la venta de bebidas, aunque la empresa ha diversificado su catálogo. A su actividad principal se suman ahora servicios como alquiler de yates, jets privados, villas exclusivas, membresías con beneficios en el sector del entretenimiento e incluso packs de “desintoxicación” post-evento.

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Esta evolución, que la empresa describe como “orgánica”, ha estado impulsada por el contacto directo con sus clientes, que año tras año regresaban a la isla y repetían la experiencia.
La expansión del proyecto también ha supuesto la incorporación de Carmen Romero, pareja de Gerard y actual responsable de experiencia de cliente y directora creativa de la firma. En una entrevista con Crónica Global, ella revela la clave del éxito: la rapidez de entrega y la discreción.
Tipo de clientes
Puede parecer algo muy básico, pero esto le ha permitido llegar al cliente que querían, el de famosos, empresarios, DJs y figuras del deporte internacional que residen o veranean en la Isla Blanca.
Su relación con estas personas ha sido crucial. Entre sus valedores hay nombres como Leonardo DiCaprio, Aaron Piper o el mismísimo Bizarrap, quien solía encargar a Drink Home todo lo necesario para amenizar la previa de sus sesiones en villas privadas antes de actuar en la discoteca Amnesia.
Cómo se mueve Drink Home
Pero no todo son famosos. Entre sus clientes, destaca el predominio de turistas holandeses, ingleses y estadounidenses, mientras que el cliente español representa aproximadamente un 20 % del total.
¿Cómo llegan a ellos? Con los vehículos necesarios para moverse por una isla. “No todas las zonas están bien señalizadas ni son fáciles de alcanzar”, detallan. “Por eso usamos jeeps y conocemos los puntos más recónditos de la isla”, prosigue Romero.

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Los precios
El negocio funciona. Tanto que los tickets medios han crecido con el tiempo y oscilan entre los 500 y 950 euros, aunque hay eventos privados donde el gasto puede superar los 5.000 euros.
También ellos han sabido cómo adaptarse a los clientes. La empresa incluso ha incorporado un servicio de planificación de bebidas según el tipo de evento, el número de asistentes y su perfil demográfico.
Expansión fallida y futura
Tras este éxito, Drink Home vivió una primera experiencia internacional en Cancún en 2019, que se limitó a una temporada por trabas administrativas. No fue bien, Lo reconocen, aunque apuntan que fue un experimento útil para perfeccionar el modelo y confirmar que no es fácilmente exportable sin un control total de la operación.
A pesa de todo no se han cerrado a dar el salto a otros mercados fuera de Ibiza. Actualmente, el equipo analiza mercados con características similares a Ibiza, como Mallorca, donde replicar su sistema de entregas ultra-rápidas y exclusivas.

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Nueva rama de la empresa
Por ahora, están metidos de lleno en su última propuesta: la creación de Robiza, una línea propia de vinos premium que ya se distribuye en restaurantes de alta gama de Ibiza y Formentera. Una vertical que ha servido para reforzar el posicionamiento de la empresa dentro del segmento del lujo.
Todo ello prueba el nivel de éxito que ha tenido esta idea salida de una noche de fiesta. Poco esperaban esa noche de 2014 que esa fantasía se haría realidad y que incluso les saldrían imitadores, aunque pocos han logrado sobrevivir.
Aparición de imitadores
Romero explica que el secreto no está solo en la logística o el catálogo, sino en entender el código de discreción que rige en este tipo de mercados. "Hay que ser discretos, muchos lo han intentado, pero es muy fácil perderse: un amigo te invita a ese evento y luego te tomas una foto con un cliente famoso, con quien sea, y lo publicas... entonces pierdes credibilidad".
Lejos de aplicaciones como Glovo o Uber Eats, Drink Home no se identifica con el delivery tradicional. No reparte comida ni productos diversos. Lo suyo es un servicio de hospitalidad inmediata, precisa y discreta, casi artesanal en su ejecución. Un nicho que exige fidelidad al cliente, conocimiento del entorno y una imagen impecable. Y por ahora, en ese terreno, parecen ir solos.