
Borges cerró hace tres meses un acuerdo estratégico con la empresa Acrimont, dueña de la marca Virginias
Borges aprovecha la caída de Virginias Turrones para quedarse con la marca: pérdidas de 4,1 millones
El cierre de la planta de Reus, a principios de junio, deja a la deriva a 24 trabajadores, mientras continúan abiertas las negociaciones del despido colectivo
La defensa de la plantilla afectada sostiene que la marca de turrones habría sido vendida a la multinacional de alimentación
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El despido colectivo de Virginias Turrones, ahora en manos del grupo Borges y Acrimont Foods, asesta un golpe directo a 24 trabajadores y debilita aún más el tejido económico de Tarragona. El cierre de la fábrica en Reus parece inminente, mientras las negociaciones siguen encalladas y "sin avances" significativos.
Así lo ha avanzado a este medio uno de los abogados de la plantilla afectada, quien asegura que Acrimont, la empresa que adquirió Virginias en 2018, ha vendido la marca al gigante catalán de alimentación y que hasta ahora "no hay acuerdo en el ERE".
Virginias es una marca fundada hace más de 90 años por la familia Rodríguez y había mantenido su producción de forma ininterrumpida en Reus. Sin embargo, a principios de este mes, la fábrica bajó las persianas, notificando a sus trabajadores con apenas una semana de preaviso.
Negación
Ante una nueva consulta sobre la titularidad actual de la marca, desde Borges reiteran que "no han adquirido Virginias", tal como ya indicaron la semana pasada, cuando explicaron que mantienen con Acrimont "un acuerdo de distribución y colaboración en el plano de I+D para impulsar la gama de turrones y galletas de la marca".
Cabe señalar que la clausura de la planta llega tres meses después de que la multinacional controlada por la familia Pont firmara este para ser el distribuidor exclusivo de los turrones Virginias.
Desde el lado de los trabajadores, su defensa también sostiene que “algo ocultan”, en referencia a la posibilidad de que la marca haya sido traspasada a Borges.
Pérdidas de 4,1 millones
Acrimont se hizo con Virginias en 2018, después de que Industrias Rodríguez --la empresa que la gestionaba hasta entonces-- se declarara en concurso con un pasivo de 16 millones de euros.
Actualmente, esta empresa está controlada en su totalidad por el empresario Ángel Jubete, a través de su sociedad JBT Holding, con sede en Agramunt (Lleida).
Desde la adquisición hasta el cierre del 2023, la compañía de Jubete acumuló pérdidas por un total de 4,1 millones de euros. Las últimas cuentas disponibles, correspondientes a ese año, situaron a Acrimont en números rojos por valor de 1,28 millones.
Mudanza
El cierre de Virginias llega al poco tiempo de que la empresa trasladara su sede del paseo Sunyer al polígono industrial Nirsa, un cambio realizado hace poco más de un año.
La nueva planta fue posible gracias a una inversión de tres millones por parte de Acrimont, destinada a acondicionar dos naves ya existentes en la carretera de Constantí. Pese a ello, el proyecto no habría logrado consolidarse como se había previsto.